Si bien la ausencia de titular por casi siete meses al frente de la Subsecretaría de Educación Básica es lo más notorio y vergonzoso, el trasfondo es igual de preocupante. Y es que en la práctica se está produciendo un silencioso desmantelamiento de dicha Subsecretaría, lo cual evidencia un total desdén de las autoridades, con un goteo de salidas.
Los que saben afirman que después de la renuncia y salida del último subsecretario de Básica, Flores, de ocho personas que conformaban la Subsecretaría, sólo quedan tres. Esto, en gran medida, producto del hartazgo, la imposibilidad de trabajar debido al grupo que controla la Secretaría de Educación y Deporte, y la incapacidad de quienes manejan los hilos para sacar avante los temas educativos.
La última en salir, informaron, fue la asesora académica de la Subsecretaría, Miriam Rodríguez, quien se despidió el 21 de marzo un día antes del inicio del receso vacacional de Semana Santa -si bien oficialmente inició el 25-. «Queda claro que esa oficina no es prioridad», lamentan actores del mundo educativo.
Mientras tanto, esta desatención y desidia ha traído consigo la existencia de pendientes atorados. Por ejemplo, sin ir más lejos apenas hasta ayer – semanas después de que estados como Durango, Coahuila y Sinaloa ya emitieran un oficio informando sobre el retraso al 9 de abril del regreso a clases ante el eclipse que habrá el 8 de abril- en Chihuahua la SEyD envió un oficio dando a conocer que el lunes no habrá clases.
