¿Por qué arde Chihuahua?

Opinión por: Salvemos los Cerros de Chihuahua

Es innegable que la situación socio-ambiental en Chihuahua es grave. Incendios de bodegas, de basureros, de áreas naturales, incluso la misma población en la capital, a pesar del frío invernal, presenta síntomas de una temperatura elevada al protagonizar prácticamente diario peleas callejeras, lo que expone el nivel de ansiedad y estrés, producto de condiciones de vida cada vez más difíciles, contaminación, incertidumbre y otros factores.

Todos los actores sociales que buscamos un bien común para Chihuahua debemos coincidir en el hecho de que esto que vivimos no es un caso aislado, sino que responde a un proceso histórico donde de no hacer algo, los problemas socioambientales se agudizarán cada vez más hasta límites que ponen en riesgo la continuidad de la sociedad chihuahuense, como es el caso del día 0 del agua, en el que la agroindustria, la urbanización y la industria ocasionarán una escasez de agua brutal que ya ha sucedido en otras partes del país y para la cual no estamos preparados, como lo demostró el caso de Monterrey.

Así como dijimos en su momento, lo que le hacemos a la madre tierra nos lo hacemos a nosotros mismos, podemos observar las consecuencias de la destrucción del tejido social y ambiental, con un deterioro generalizado de la salud física y mental de la población, en conjunto con la erosión y desaparición de áreas naturales enteras por culpa de los intereses económicos que gobiernan por encima del resto a los derechos humanos y al medio ambiente.

Es por eso que el movimiento en defensa del territorio ha insistido tanto en la declaración de áreas naturales protegidas en los cerros y ríos de Chihuahua, así como regular el impacto de industrias y actividades altamente contaminantes o con una gran extracción de agua, lo que ha llevado a distintas organizaciones de la sociedad civil a promover audiencias públicas, con temas tan relevantes como el cierre del actual basurero al aire libre para la capital del Estado, o la formación de brigadas municipales contra incendios forestales, ambos temas pendientes y olvidados por las administraciones públicas.

La corrupción ambiental, la falta de regulación, el desequilibrio ecológico: Todo esto debería preocupar a las autoridades, sin embargo vemos que en columnas anónimas como el GPS del El Diario se insiste en demonizar la lucha de Salvemos los Cerros de Chihuahua argumentando que somos un grupo partidista. Qué lamentable y que lastima que haya todavía personas que no entiendan que sin cerros no hay agua y que sin agua no hay vida. Qué reprochable el hecho que se utilice el poder mediático, político y económico para amedrentar a luchadoras y luchadores sociales que se han arriesgado para proteger el patrimonio ambiental y cultural de todas las familias de Chihuahua, pero todavía más absurdo es que se nos quiera presentar como gente que se alegra por ver nuestra tierra arder.

Para que sepan, han sido decenas de compañeras y compañeros de SLC que se han arriesgado para sofocar incendios en diversos cerros y ríos de la ciudad, además de que como somos conscientes de la gran contaminación del mal llamado relleno sanitario, ha sido un tema que ocasiona estrés en nuestras familias, jamás nos alegraremos de que las futuras generaciones hereden más contaminación por culpa de la irresponsabilidad del poder político y económico.

Por el contrario, quienes deben de ser señalados como oportunistas y fascinerosos son aquellos que pretenden usar cada desgracia ambiental para señalar a las organizaciones que siempre hemos alzado la voz en defensa de la naturaleza de Chihuahua. Salvemos los Cerros es apartidista, a veces hemos tenido que dialogar con el PAN y a veces hemos tenido que dialogar con MORENA, porque vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos por defender nuestra tierra, ya que amamos Chihuahua, a diferencia de quienes solo lo utilizan para lucrar y beneficiar su billetera.

La solución es que la ciudadanía se comprometa a una mayor participación y que de igual forma las autoridades y los poderes políticos y económicos sean obligados a respetar los derechos humanos y la voz y participación de la gente que lucha por un Chihuahua mejor, de esta forma podemos combatir la corrupción ambiental, luchar por una mejor regulación y proteger las bases que nos dan vida. Si buscan ejemplos concretos, vean lo que ha hecho Salvemos los Cerros, busquen en facebook o en google para inspirarse a la acción, que vean que sí vale la pena, y de esta forma, que cada persona, cada ciudadano se vuelva un agente de cambio social.