Opinión por: Salvemos los Cerros de Chihuahua
El largo y difícil camino que lleva a la declaración de la primera área natural protegida de carácter Estatal de la historia de Chihuahua, el Cerro Grande Arewákawi, inició hace ya media década, en el año 2018, con la realización del Estudio Técnico Justificativo por parte de la UACH, sin embargo, 5 años después todavía no vemos claro el fin de este camino.
A pesar de que la ley establece que una vez publicado el Estudio Técnico la autoridad cuenta con 30 días naturales para la publicación del decreto de protección del área natural, algo que nunca ha sucedido en la historia de Chihuahua pese a que es una de las obligaciones que establece la ley de equilibrio ecológico y protección al ambiente, hemos tenido que pasar por:
– Quejas en la comisión estatal de derechos humanos
– La primer audiencia pública con la actual gobernadora
– Diversas denuncias populares
– Un exhorto votado por unanimidad en el Congreso del Estado
– Una nueva audiencia con los secretarios de gobernación y desarrollo urbano
Sin que nada de esto pudiera hacer que el gobierno cumpla con sus obligaciones legales de proteger el Cerro Grande Arewakawi.
Lo último que sucedió fue una mesa técnica donde el cronograma prometía mucho, pero en los hechos los tiempos se han alargado tanto que diversos activistas del movimiento Salvemos los Cerros manifestaron «haber sido traicionados», ya que según la propuesta inicial, al día de hoy ya se deberían de haber resuelto todos los puntos faltantes, pero según diversos funcionarios, habría que esperar todavía meses y hasta años.
Por eso se tomó la decisión de interponer un amparo ante el juzgado decimo segundo de distrito, con el objetivo de que una sentencia judicial obligue al gobierno del Estado a tomar la tan postergada decisión.
Es importante recalcar que los cerros son parte fundamental de las cuencas hidrológicas y gozan de una importancia mayor debido a su rol en la captación del agua de lluvia para su posterior infiltración a los acuíferos. El Cerro Grande Arewakawi cuenta con diversos ojos de agua, además de que es habitat de especies protegidas de flora y de fauna, como la tarantula Mexicana (aphonopelma pallidum) y el cactus organillo de palmer (echinocereus palmeri), además de contar con la presencia de cientos de árboles de encinos desérticos.
Desde hace décadas la población ha luchado por defender el Cerro Grande Arewakawi, pues es el principal símbolo de la identidad y la historia de la capital chihuahuense, pues aparece en el escudo y en el paisaje que nos identifica y nos da sentido y orientación, además de proveer importantes servicios ambientales, como captar millones de litros de agua al año, regular el clima y los vientos, filtrar el aire con su cobertura vegetal y ser protagonista de nuestra historia.
