Palabras de una maestra de primer grado de primaria. Las mías.

Por: Mtra. Claudia Muela

Durante mucho tiempo se estuvo convocando a apoyar para realizar los libros de texto, incluidos ilustradores mexicanos participaron, especialistas, maestros y madres y padres de familia. Sí hubo convocatoria, la recuerdo muy bien, sí hubo consulta, pero a pocos les importó, a los que querían un cambio, porque es más fácil hacer la crítica cuando no se participa, cuando incluso no se ha leído ningún libro de texto actual. Cuando sólo hacemos caso de los medios de comunicación que sabemos que sirven a intereses particulares.

Los libros sí tienen secuencia, los libros sí tienen matemáticas, si los leen bien se darán cuenta que sí tienen estructura y se delimita cada una de las asignaturas, además de ello se maneja la transversalidad (todas las asignaturas en cada proyecto), en la secundaria en sus cuatro libros incluso viene más notorio, porque cada libro maneja un campo formativo, en todos y cada uno de los cinco libros en primaria viene la vinculación con matemáticas, pero quieren libros divididos en asignaturas tal cual y no, vienen los temas manejados de una manera integral, así como es la vida, la vida no se divide en asignaturas.

Muchas personas esperan que vengan problemas como los de «Pepito tiene tres manzanas, cuántas le faltan para que sean 10» y no, no viene así, tampoco viene una lectura sin sentido, hipotética, no. Vienen lecturas reales, históricas, vienen sucesos de la vida real, del pasado y contemporáneas, esas mismas historias nos informan de sucesos que hay en el mundo que no conocíamos y está plagado de eso, que visibilizan la voz sobre todo de las minorías, como son los migrantes, los pueblos indígenas, las mujeres, los afromexicanos, minorías que siempre han sido opacadas por la manera tan patriarcal en la que siempre se ha escrito la historia en los libros de texto.

Los libros no son comunistas, ni adoctrinan, están muy lejos de ser eso. Los nuevos libros informan, abren el panorama de la visión que teníamos tan limitada a la vida, nos invitan al diálogo, a la reflexión, a formar comunidad, a dejar el individualismo, a comprender de fondo el mundo en el que vivimos, y ahora sí, por medio del juicio y pensamiento crítico intentar cambiarlo, a fomentar la identidad y la dignidad como integrantes de una comunidad. Fraternidad y sororidad.

En cuanto a los temas, las historias que cuenta, sobre todo en el libro de Múltiples lenguajes, son historias reales y sentidas. Al leer cada una de ellas te das cuenta que han sido escritas por personas cercanas, por personas que las han vivido en carne propia, historias escritas desde el corazón, algunas con una carga emotiva muy grande, otras con información muy específica y clara. Son una verdadera joya para la literatura, textos dignos de ser presentados en revistas científicas a nivel mundial.

En cuanto a la lengua indígena, no solo la vemos como algo que ya pasó, antes la veíamos como en un museo dentro de los libros, ahora son descritas como lenguas vivas, desarrolla su estructura y la importancia que aún tienen para muchos pueblos mexicanos. Lo mismo pasa con la lengua inglesa, no solo es vista y ya, desarrolla su literatura y la utilidad que tiene en el mundo contemporáneo.

Todo suena a un cuento de hadas pero la realidad es otra, los libros no han sido bien recibidos, sobre todo por las personas y grupos más conservadores del país, porque no se acoplan a sus intereses y otra causa, por ignorancia. Siempre que viene un cambio se le tiene miedo, se le cierran las puertas a la posibilidad de que otras formas de educación sean posibles.

Otra dificultad serán los propios maestros, habrá quienes consideremos los nuevos libros una innovación realmente necesaria y hay muchos más, diría que la mayoría, que lo ven como una amenaza, creo tiene mucho que ver que siempre los maestros han marcado una línea entre la escuela y la casa, ahora esa línea se va desvaneciendo, su poder empieza a decaer y es muchas veces lo que nos ha sostenido. Espero que poco a poco esta idea cambie, que seamos más maestros comprometidos con nuestra vocación, con la educación de nuevos ciudadanos, con el cambio de la sociedad, tenemos una tarea muy importante: educar para la vida, para la comunidad y sobre todo para la pertenencia. Estas generaciones serán más humanas y empáticas, es lo que espero. Los invito compañeros maestros a no tener miedo al cambio, a formar lazos más estrechos entre nosotros, niños, madres, padres y comunidad.

En fin, estos libros son dignos de volverse un patrimonio nacional, son una obra de arte, si tienen la posibilidad de conseguirlos o cuando se acabe el ciclo escolar pedirlos a niños cercanos antes de que los tiren se los recomiendo. Tómense el tiempo de leerlos y conocer historias desconocidas hasta el momento.

Por: Mtra. Claudia Muela, egresada de la IByCENECH con Máster en Pedagogía por el Instituto de Pedagogía Crítica, maestra de primer grado en la Ciudad de Chihuahua.