¿Leales hasta la abyección?

Por: Lic. Maclovio Murillo

A pesar de las múltiples voces autorizadas de alerta, que expertos constitucionalistas y conocedores del derecho han emitido tanto en el plano nacional como en el internacional, con relación a la reforma judicial planteada bajo la iniciativa del Titular del Poder Ejecutivo Federal, quien en su ansia de que entre en vigor antes de culminar su gestión ha mostrado una evidente obsesión inusitada e indigna de un estadista respetuoso de un estado constitucional democrático y de derecho, es pronóstico que -irremediablemente- la misma será aprobada con todos sus graves errores y consecuencias negativas que traerá consigo.

El líder de Morena ha pedido la aprobación de esa reforma judicial “fast track”, como un “regalo” al actual Presidente,
obviamente con el objetivo oculto que no es el de beneficiar al sistema de impartición de justicia que en nada le interesa, sino exclusivamente para desahogar su resentimiento acumulado y consumar de esa forma su cruel y ruin venganza al desmantelar por completo a todo uno de los tres poderes formalmente constituidos – como es el judicial – por el solo hecho de que no le fue ni le ha sido obsequioso y obediente en todo su sexenio, y menos antes del mismo.

Los Diputados y Senadores de ese partido, unidos a sus rémoras incondicionales e interesados impresentables, sin duda votarán a favor de esa reforma, en apariencia, para honrar la lealtad transitoria a quien consideran le deben su cargo,aunque realmente en el fondo solamente persigan el conservar sus privilegios económicos y políticos que su obediencia ciega les procura, sin importarles en lo más mínimo el decoro, el honor, los principios ni valores.

La lealtad ciega se traduce en una conducta miserable y abyecta, indigna de un ser humano que tiene personalidad y conciencia propia. Y eso es lo que la 4T exige de sus Diputados y Senadores, al aprobar esa reforma; a todos ellos les decimos, los estamos observando y muy pronto darán cuenta de qué están hechos.

A ellos les pedimos que no se engañen ni se dejen engañar, pues el resultado de las elecciones pasadas fue para nombrar gobernantes, pero no para desmantelar a todo un poder con fines de tomarlo para eliminar contrapesos y generar un ambiente propicio para instalar una dictadura.

Deshacernos del Dictador Victoriano Huerta después de treinta y tres años de gobierno le costó una revolución al País y mucha sangre a los mexicanos. No es deseable que volvamos a lo mismo.

A los legisladores y legisladoras les hacemos un llamado desesperado para que por una vez en su vida útil, como seres autónomos e independientes, dueños de sí mismos actúen con los valores y principios de una persona bien nacida, reflexionando y usando su conciencia propia, y sobre todo, que no se dejen manipular por los deseos de una sola persona que, además de que ya se va a su rancho de nombre “La Chingada”, solo promueve y ha promovido la división y destruccion de nuestro querido México que es un país plural integrado con ricos, pobres y clasemedieros, que unidos podemos salir adelante mejor que confrontados entre sí.

Piensen, Señores Diputados y Senadores, que las migajas económicas y de poder que les darán o les han dado, son bienes transitorios e imperturbables que no trascienden más allá y realmente no vale la pena ensuciar su conciencia por esas migajas.

Reflexionen acerca del modelo de país que heredarán a sus hijos, nietos y generaciones futuras. Hoy México los llama, pónganse del lado correcto de la historia y no aprueben esa caprichosa e inútil reforma judicial, porque seguramente si lo hacen – ya lo verán – un día cuando el pueblo sabio y bueno se entere objetivamente del engaño mayúsculo de que fue objeto, los que la aprueben van a ser juzgados como son juzgados los cobardes y traidores como Victoriano Huerta. Y en cambio, si la reforma se logra frenar ya en la cámara de Diputados o bien en la de Senadores, los nombres de quienes logren salvar la independencia judicial quedarán inscritos en la entrada de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y trascenderán como los auténticos y verdaderos héroes nacionales que evitaron un golpe de estado técnico en perjuicio de nuestro país.

Mi pregunta es:

Diputado, Diputada, Senador, Senadora:

¿ Cómo quieres quedar en la historia ?

¡Tú lo decides !

Así, es cuanto.