Generación rebelde

Por: Rosalío Morales Vargas

Desde lejos proviene esta historia,
de antiguas rebeldías juveniles,
ancladas siempre están en la memoria,
las luchas y pasión estudiantiles.

Una generación de altos vuelos,
sin interés en cosas materiales,
practicó el heroísmo en sus desvelos
y derramó su ímpetu a raudales.

Como olvidar las manifestaciones,
en las calles hurañas y en las plazas,
la alegría enmarcada en las canciones
pretendiendo librarse de tenazas.

De insumisión pintados los pendones,
en lo alto las causas feministas
¡ Qué época aquella sin baldones
grabadas con delectación de artistas!

Se combinó el Rock con la guerrilla,
se leyeron poemas de Vallejo,
imposible ponerse de rodillas,
ahora hay que mirarse en ese espejo.

Mimeógrafos en casas clandestinas
para imprimir folletos subversivos,
alumbrados con luces mortecinas
en los veloces años fugitivos.

Fábricas atestadas de volantes,
llamando a organizar levantamientos
al obrero con pasos de gigantes,
agitando borrascas en los vientos.

Las lecturas del Che y los Tupamaros,
las novelas de Arguedas y Revueltas,
el camino alumbraron como faros,
forjando temples y energías resueltas.

Imágenes que el tiempo no marchita,
al recuerdo persisten aferradas,
presentes cuando más se necesita,
al crujir estructuras desgastadas.

Nuevas generaciones surgirán,
dispuestas a tomar las estafetas,
animosas la lid continuarán,
bruñendo sin cesar almas inquietas.