Opinión por: Diputado Benjamín Carrera
Hay un grave peligro en establecer alianzas sin estrategia, en pretender amalgamar ideas contrarias, uniendo rumbos opuestos que final e irremediablemente, dejan ver profundas incoherencias y las evidentes contradicciones. Esto queda cada vez más de manifiesto en la alianza del corazón, esa que la ambición llevó a lo que parecería impensable, juntar a PRI, PAN y PRD teniendo como abanderada a una candidata que se decía ciudadana, auténtica, casi casi apartidista.
Jugando a ser el Dr. Víctor Frankenstein, el artífice de dicha alianza, se sintió un día con el poder suficiente de dotar de vida a una creatura inanimada. El experimento parece resultar por un momento, aunque finalmente, tras un esbozo de esperanza, la creatura termina por desafiar a su creador, abriendo un debate respecto a los motivos y la razón de su cruel y forzada existencia.
Frankenstein o el Moderno Prometeo es la obra a la que nos remite el actual panorama político en México de cara a las elecciones presidenciales: A casi dos semanas de la prueba mayor, “Alito” Moreno, dirigente del PRI, se lanza cual mártir ofreciendo todo lo que tiene (su candidatura al senado y hasta la dirigencia de su partido) con tal de que Álvarez Máynez, a quien por cierto en su discurso subestima, ceda en sus intereses y en sus espacios de difusión, declinando a favor de una candidata que poco a poco se ha ido en picada. Independientemente de las oscuras intenciones tras esta dudosa oferta, resulta impensable que el PRI, el otrora cacique de la nación, ese que inspiró filmes y frases como “La Ley de Herodes” hoy se malbarate en público y peor, que provoque la burla del candidato naranja.
Sin embargo, como vamos de sorpresa en sorpresa, impensable también hubiera resultado, que Xóchitl Gálvez admitiera de manera pública que la campaña a la que más le han invertido en contra de la Dra. Claudia Sheinbaum, esa campaña que la tildaba como “narco candidata”, tuvo origen en un libro que Gálvez ni siquiera había leído… peor aún, al parecer tampoco Maru leyó el libro pero ha invertido millones de pesos de las y los chihuahuenses -a nombre de Gobierno del Estado- en dar vuelo a esta falacia infundada que incluso hoy el INE califica de ilegal.
Para rematar hablando del INE, ese instituto por el que se rasgaban las vestiduras los de derecha y asociados quienes coreaban orgullosos, pero con cierta ignorancia “El INE no se toca”, enfrenta un juicio promovido por Santiago Creel, que se resume en no confiar en sus facultades de vigilancia ante los procesos electorales locales entre otras supuestas omisiones. Así como lo lee, ahora dicen que el INE no es tan bueno y Creel sale de su autoexilio temporal a quererle dar un coscorrón.
El panorama actual, nos deja ver que, en la alianza de Xóchitl, la realidad ha superado la imaginación de muchos. Tenemos entonces que, el INE siempre SÍ se toca, que el señalamiento de “narco candidata” que se infló con recursos de la ciudadanía encuentra su origen en un periodismo que además de infundado ni siquiera había leído, y que la dirigencia del PRI, en un acto nada revolucionario, ruega a Movimiento Ciudadano echarle la mano y ceder como ellos lo hicieron, ante el PAN y el PRD.
Alianzas de barro les llaman a aquellas que, corriendo el riesgo de no estar bien moldeadas, ceden ante cualquier variación y se derriten a la vista de las y los espectadores. Nada artístico aunque sí muy vergonzoso encontramos en esta serie de montajes a los que hoy recurren estos actores de la Alianza “Fuerza y Corazón” que están realmente dispuestos a contradecirse en público con tal de generar alguna reacción de las y los mexicanos. Por suerte, la Alianza que busca seguir haciendo historia, fue cimentada en hechos, esperanzas y la certeza que da el buscar el bien por y para la gente.