Por: Puntadas…
Si hay un problema cíclico y que se repite administración tras administración, año tras año, y que se ha convertido en uno -de los lamentablemente muchos, demasiados- talones de Aquiles del magisterio estatal chihuahuense es el de la insultante demora en el pago de sus salarios a maestros nóveles e interinos –en muchos casos aparejado a la demora en el ingreso al servicio médico-.
Tras cumplir su sueño y su proyecto de convertirse en maestros e ingresar al servicio, quienes lo hacen al subsistema estatal se enfrentan a auténticas odiseas de meses y meses laborando y sin percibir un solo peso por su trabajo, muchos incluso alejados de sus ciudades, pagando renta, sufriendo auténticas penurias familiares e incluso teniendo que buscar un trabajo a contraturno para subsistir.
Una odisea que año con año se repite en el caso de cientos y cientos de jóvenes maestras y maestros y que ciclo con ciclo desnuda el pleistocénico sistema informático que se supone deberían compartir la Secretaría de Educación y Deporte y la Secretaría de Hacienda.
Y decimos supone porque parece que en pleno siglo XXI hay para quienes les resulta misión imposible, pese a que en el pasado hubo incluso autoridades administrativas de la SEyD que llegaron a anunciar –promesas del corazón- que los maestros nóveles e interinos empezarían a cobrar desde la segunda quincena de trabajo.
De eso hace años, y bueno, pues aún habría quienes este ciclo aún no cobraron desde que ingresaron al servicio, hay quienes afirman que alguno desde agosto nada más y nada menos. Y luego llega la trampa, a mayor pago, mayor retención, retenciones en algún caso que de sólo verla asusta.
Bueno, pues a estas alturas, el ciclo ya entrando en su recta final, la Secretaría de Hacienda asegura que sólo tiene 21 pendientes de pagos atrasados con maestros nóveles e interinos estatales, mismos que asegura saldrán y serán depositados esta quincena del 15 mayo, curiosamente coincidiendo con el Día del Maestro, ironías de la vida.
Y es que desde Hacienda aseguran que esos son todos los pagos que les han pasado desde la SEyD, desde Educación a su vez sostienen que todo lo que hay pendiente ya está en Hacienda, por lo que haciendo la operación para la autoridad sólo quedarían esos 21 pendientes, entre los que se supone que también estaría la reactivación del pago a algún maestros tras la también tardada interrupción del pago del 15 de febrero para la prórroga del contrato laboral. El año pasado este trámite quedó solventado para los estatales el 15 de mayo, este año hubo quienes tuvieron que esperar una quincena más, en total seis quincenas sin pago.
Cuanto menos es para que se venga al recuerdo aquella contestación del ex secretario de Educación y Deporte, Pablo Cuarón, en la que “contestaba” aquel mítico “yo también me pregunto cómo le harán esos maestros” cuando se le preguntaba cómo le harían para vivir después de siete meses trabajando sin cobrar.
Pues bueno, eso era allá por el mes de febrero. Ahora estamos ya en mayo, tres meses después en el ciclo, así que quienes le siguieron tampoco supieron abordar esta problemática
Los pagos a nóveles e interinos han ido saliendo en cuentagotas. Así, por ejemplo, según Hacienda, el pasado 30 de abril se pagaron 34, el día 15 de abril se pagaron 75 y el día 31 de marzo se pagaron 55.
Así que visto lo visto, que la historia no cambia y aprovechando que están en campaña, habrá que hacer la carta a Santa para ver si la próxima administración le pone un poco de ganas a este asunto. Ah, y de paso, si alguien lo promete, que de verdad lo cumpla, que si hay algo de lo que el magisterio chihuahuense también está cansado es de mentiras y promesas incumplidas.
LA FEDERAL 15 DE JUÁREZ LLEVA CON “NO CLASES” PRESENCIALES REDUCIDAS DE RECUPERACIÓN DESDE FEBRERO. Por cierto, que hay quienes con el revuelo del viernes por lo de las clases presenciales en la Secundaria Técnica 92 de Chihuahua –reconocido como un desliz de unas personas por fuentes al interior de SEECH, aunque luego en boletines oficiales no tengan de otra que negarlo- aseguraron que no sabían por qué la gente se llevaba las manos a la cabeza.
Así lo señalaron afirmando que escuelas como la Secundaria Federal Número 15 de Ciudad Juárez llevaba haciéndolo desde el pasado febrero, no sólo en fases de epidemiológico COVID-19 amarillo, sino también naranja, sin esconderse mucho y, por ello, se sobreentiende con el beneplácito y permiso de la Subsecretaría de Educación Zona Norte y los Servicios Educativos del Estado de Chihuahua.
Como ya se dijo anteriormente, de ningún modo se pretende cuestionar la buena intención y disposición del personal para recuperar a estudiantes en un grave peligro de deserción del sistema educativo, sino que simplemente llama la atención que las disposiciones sanitarias apliquen de forma diferente para unos y para otros, y que las autoridades educativas y sanitarias –incluido ayer mismo el propio gobernador- salgan a presumir el modelo CASA (Centros de Asesoría y Seguimiento Académico), hacer a las escuelas interesadas pre- registrarse y “aclarar”, por activa y por pasiva, que la estrategia iniciará hasta que haya semáforo amarillo y Salud dé su visto bueno, y luego haya ya planteles públicos operando un modelo similar.
Para ello compartieron la evidencias publicadas por la propia escuela en sus redes sociales, entre ellas una del pasado de mayo con la planificación por días y materias, cuando cuatro días antes el secretario de Salud, Eduardo Fernández, oficializaba el regreso de la Región Juárez a semáforo naranja, mismo color en el que se encontraba ya el resto de la entidad.
Cabe señalar que en dichos avisos, similares a los publicados meses antes en febrero, la escuela aclara como nota importante que “No son clases frente a grupo, sólo asistirán los alumnos que no tienen contacto con los docentes”, pidiendo a los alumnos que no hubieran tenido esa comunicación contactarse con sus maestros para “concluir satisfactoriamente tu año escolar” y encargando al mismo tiempo leer el documento adjunto a la publicación.
Dicho documento señala cosas como que el presente proyecto dirigido a alumnos que durante el primer y segundo periodo del ciclo no tuvieron comunicación con sus maestros “pretende establecer algunas directrices que permitan a la dirección y al colectivo escolar superar los problemas de comunicación que se han presentado con una gran cantidad de alumnos, que por distintas razones no se han adaptado a la estrategia emprendida por la escuela de educación a distancia”.
Cabe señalar que en los cuadrantes adjuntos se puede apreciar que estas clases para unos, “no clases” para otros, contarían en el mayor de los casos con siete niños por sesión, si bien la mayoría de las mismas contemplan números más reducidos, entre ellas muchas de uno o dos alumnos convocados.
Hace hincapié en que “se debe señalar y clarificar que no se habla de un regreso a clases presenciales, la estrategia de educación a distancia continua de la misma forma que está planteada, solo se pretende establecer los medios para que los alumnos con problemas de evaluación (producto de la no comunicación) reciban de la institución, los medios que permitan regularizar sus aprendizajes e introducirlos a las formas de trabajo establecidas”.
De igual modo, apunta que los asistentes deberán seguir todas las medidas de higiene y seguridad necesarias para proteger al personal y usuarios que asistan a las instalaciones, refiere la obligatoriedad del uso de cubrebocas y señala que previo a las actividades “deberá llevarse a cabo un proceso de desinfección y sanitización general en toda la institución”.
Asimismo, establece que “estas acciones se concretarán en el mes de mayo y junio, se esperarán indicaciones de las autoridades para fechas posteriores”, que “los horarios de atención serán de 9:00 am a 1:00 pm en el turno matutino y de 1:15 pm a 5:15 pm en el turno vespertino”.
Todo ello advirtiendo que “es la última oportunidad que tendrán los alumnos para recuperar su situación académica, concluido este periodo no se realizaran modificaciones de calificaciones del primer y segundo periodos”.
*Se comparte también el contenido del documento referido y adjuntado por la escuela en su anuncio, con la excepción de los cuadrantes y horarios con los nombres de los alumnos citados a las actividades para proteger sus identidades.