Makawi a 30 años de distancia, “cuando danzo en piso de tierra y levanto el polvo…entonces el polvo es la carne de mis antepasados” …

Por: Mtra. Rosa Lilia Cardona Muñoz

“Vuela Makawi vuela”

Vuela tan alto a la cima dónde te quedaste a través de la eternidad

Con gran orgullo los integrantes del Grupo de danza “Makawi” se habían convertido en campeones nacionales y en grandes exponentes del folklore mexicano, dicho grupo había surgido en la década de los 90s originarios del CBTIS 114 del Subsistema DGETI en Cd. Juárez, Chihuahua.

El siempre entusiasta Ing. Adolfo Cardona Muñoz Director del CBTIS 114 compartía la noticia triunfante a medios de comunicación, alumnos, padres de familia, maestros, personal del plantel, en medio de “Vivas” el haber sido ganadores para exponer su arte, viajar y recorrer Centro América.

Era el inicio de una gran oportunidad, traspasar fronteras y trascender como grupo de danza folklórica llevando a los confines del mundo el sentir y accionar de nuestros artistas mexicanos desde la notable Heroica Ciudad Juárez, Chihuahua.

Y así con el ánimo y el corazón a cuestas, con el valor y la gallardía de representar a un México en un evento internacional, salieron en un camión en busca de un sueño.

“Cuando voy hacia el pueblo

el polvo es tan sólo polvo

el agua es tan sólo agua

y el viento es tan sólo viento.

Pero cuando danzo en piso de tierra

y levanto el polvo

entonces el polvo es la carne

de mis antepasados;

y el agua cristalina que corre

es la sangre del mismo;

y el viento

es el espíritu de mi raza”.

Es el poema de Martín Makawi, poeta, traductor y músico tradicional rarámuri, que nació en la comunidad tarahumara de Ipó municipio de Guachochi, él bien describe este espíritu guerrero de aquellos jóvenes danzantes y aquel Director de Escuela de Educación Tecnológica Industrial que dejaron escritas en las páginas de la posteridad su legado para las generaciones futuras.

Fue un Domingo 19 de Julio de 1992 cuando se recibía la noticia a nivel internacional de que un grupo de estudiantes que viajaban por un sueño a la ciudad de Antigua Guatemala su autobús sin frenos había caído a un barranco a tan sólo 3 kilómetros de llegar a la Ciudad de Antigua Guatemala que era su destino.

Los pasos de baile, los rostros sonrientes y las faldas coloridas que integraban el grupo de danza folklórica se vieron suspendidas de repente, aquella tarde del domingo 19 de julio de 1992 cuando; alrededor de las 19:00hrs. el camión en el que viajaban 41 personas perdió el control por falta de frenos, cayeron en la curva conocida como cuestas de las cañas aproximadamente con 150 metros de profundidad y a tres kilómetros de Antigua, Guatemala.

Vicente, uno de los sobrevivientes, contó en un medio local que estaban de gira por Centroamérica, llevaban cinco días de camino, pero ese día en específico se les había hecho tarde para llegar a Guatemala capital para la representación folklórica.

Él pensó que había sido un accidente sin mayor preocupación, estaba ensordecido por lo ocurrido, pero no fue así, la tragedia fue inmensa e imborrable.

En otro medio local Susana Córdova quien iba a bordo del camión que los transportaba recuerda ese día como si fuera ayer «se quemaron los frenos del motor chocamos contra un muro que había ahí de protección y pues nos lo llevamos y caímos en un barranco de 150 metros.

Posterior a este accidente se hicieron obras en ese lugar, se colocaron topes continuos, doble barrera de contención y un retén antes de llegar a esa curva en ese apartado lugar de Guatemala, muchos pobladores del lugar recuerdan el hecho.

De las 41 personas que viajaban fallecieron 19 alumnos, el maestro de baile, los dos choferes y el director de la institución educativa del CBTIS 114 Ing. Adolfo Cardona Muñoz y su hija Kristal Carolina Cardona Urenda, así lo declaraba el señor Socorro Adolfo Cardona Rodríguez al recordar a su hijo y su nieta… seguirán vivos por siempre externó en aquellos tiempos.

Vuela Makawi vuela…

Makawi en la lengua tarahumara  significa “Paloma” y Martín Makawi está convencido de que en su nombre lleva su misión “Paloma significa ser vocero, llevar las palabras de los ancianos hacia los niños, la paloma defiende desde su espíritu para que el pueblo no pierda esa identidad cultural”

Por órdenes expresas del Expresidente de la República Carlos Salinas de Gortari, los Makawies fueron regresados a Ciudad Juárez en un avión de la fuerza armada mexicana, a donde llegaron en ataúdes color caoba que cubrieron los cuerpos de los diestros y jóvenes artistas y los demás fallecidos. Fue una caravana impresionante e imborrable, encapsulada en las mentes de las personas que fueron testigos, del Aeropuerto de Internacional “Abraham González” de Ciudad Juárez hacia el Centro de Comercio Exterior donde fueron velados, por amigos, familiares, sobrevivientes y la comunidad en general, que lamentaron la terrible pérdida que estremeció a lo largo y ancho de esa frontera, acudieron obispos, políticos y embajadores, el mismo gobernador Francisco Barrio Terrazas y una gran comitiva de autoridades educativas y otros órdenes de gobierno.

Poco se habló de la causa verdadera del fatal accidente y sólo se dijo que el autobús se había quedado sin frenos, no se ejerció investigación alguna, ni los culpables del mal estado de esos camiones salió a relucir, no hubo nadie a quién acusar ni delito que perseguir, sólo apariciones de políticos brindando sus condolencias a las familias afectadas.

Cada año al ritmo de los matachines, globos blancos, la hermandad y el cariño de los familiares de los fallecidos y los sobrevivientes celebran su aniversario luctuoso,  se reúnen en el panteón Jardines Eternos, la escultura de dos bailarines del grupo Makawi yace sobre su tumba que alberga 23 fallecidos.…

”con alegría porque aquí nos reunimos y vemos a gente que una vez al año nos vemos y que nos han dado el apoyo desde el primer día» recuerda Alberto Campa ex Makawi, cada 19 de julio.

“Las mujeres se juntarán en un círculo, hay una fogata en el centro. Están hincadas y con la frente pegada al suelo. Un rarámuri empieza los toques misteriosos y místicos del tambor. Levantan su cuerpo y quedan en cuclillas y se canta el Yúmare o Paloma. Repite por un grupo de voces tres veces Yúmare, Yúmare, Yúmare y el último Yumaréee… Se van uniendo otras en la misma melodía triste y fervorosa en un tono más alto y otro grupo, en otro más agudo aún. El tambor dar un toque final y empieza la danza. Se ponen de pie y al compás de tan tan, tan tan, taca-taca, tan tan, hacen cuatro pasos fuertes en su lugar y con otros seis siguientes avanzan” (Luna, Georgina, 2012)

Homenaje al Grupo Makawi a 30 años de distancia