Por: Profr. Fernando Álvarez Montoya
Si creo, creo que del cielo descienden estrellas para compartir su luz e iluminar el camino que nos ayude a encontrar la senda que nos conduzca a la liberación de este mundo lleno de oprimidos y sumisos. Sin duda, mi querida camarada, fuiste tú; una de ellas. Aprendí también que la vida otorga excelsos privilegios de aparejar en nuestro andar a almas con virtud inquebrantable. Sin duda Luz Elena tú, eres una de ellas.
Gracias vida, si gracias por darme y darnos la oportunidad de formar parte de tu maravillosa existencia. Cumpliste con cabalidad de darle un auténtico propósito a tú insurgente presencia: Luchar por redimir al oprimido, liberar conciencias. Amaste al prójimo como a ti misma. Tu existencia, la pusiste al servicio de los demás.
Siempre presente en la vanguardia de la lucha popular y la justa demanda de equidad, y justicia social. Insumisa, rebelde arengabas a las masas con voz firme y sabia. Tú presencia, tú lucha, tú actitud demostraba el compromiso y la lealtad con tu clase, con tu origen.
Representante de la auténtica izquierda, si, de esa izquierda que ya no existe. Eras sin duda símbolo innegable de la genuina luchadora por el cambio radical de nuestra Patria.
Estoica, enfrentaste con dignidad tu partida, admirable actitud; enseñanza que a la postre nos queda a aquellos que seguimos tu camino. La asignatura es ardua, dura pero, sin duda los que quedamos tenemos el enorme compromiso de continuar tu lucha, nuestra lucha por encontrar un mundo mejor donde quepamos todos y todas.
Juarense de nacimiento, proletaria de origen, Luz Elena vivió con intensidad su niñez y adolescencia en los populosos barrios de nuestra creciente ciudad en la década de los 70’s. El horizonte para los jóvenes irredentos y de origen humilde en ese entonces era nada halagüeño; las pocas escuelas de nivel medio eran contadas o estaban en proceso de construcción y, el acceso para esta emergente juventud demandante de educación, era harto difícil. Rebelde por naturaleza, Luz Elena venció, superó los obstáculos y termino sus estudios en el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio IFCM, el que posteriormente se convertiría en la Dirección General de Capacitación del Magisterio, DGCM. De amplia formación académica, en su andar inquieto, paso por la las siguientes escuelas formadoras de maestros que no estaban tan contaminadas por el charrísimo sindical. Escuela Normal Superior “Profr. José E. Medrano R”. UPN y la histórica y combativa formadora de maestros insumisos de la Laguna Escuela Normal Superior “Profr. José Santos Valdés”.
Su pensamiento crítico tiene su origen en su formación académica en escuelas públicas, transformadoras, creadoras de maestros y maestras comprometidas con una educación científica, popular y democrática. Su innegable inclinación por las ideologías de izquierda y revolucionarias hizo de su personalidad un icono que no podía faltar en las luchas estudiantiles, obreras y magisteriales.