Por: Rosalío Morales Vargas
No enmudece la palabra
Se agiganta en tiempos grises
Aunque transcurran los meses
Y el panorama se eclipse.
La hidra de mil cabezas
De chacales y de buitres
No impedirá la justicia
La protesta no desiste.
Por encontrar la verdad
Nadie ha pensado en rendirse
No desalienta la espera
Somos de una férrea estirpe.
Han de seguir en la liza
Decenas, cientos y miles
No se detiene este oleaje
Que es la voz de los humildes.
En construir una patria
Que defenestre a los viles
El grito de Ayotzinapa
Es de los imprescindibles.
Con la frente muy enhiesta
La resistencia pervive
Condensación de infinitos
Es esta lucha sublime.