Por: Luz Estela “Lucha” Castro
Silencio y paz.
Fue llevada al país de la vida.
Su morada, desde ahora, es el Descanso, y su vestido, La Luz. Para siempre.
La música fue sumergida en las aguas profundas, y todas las noticias gravitan sobre las llanuras infinitas.
Se acabó el combate. Ya no habrá para ella lágrimas, ni sufrimiento, ni sobresalto.
El sol brillará por siempre sobre su frente, y una paz intangible asegurará definitivamente sus fronteras.
Dios Padre y Madre dueña de nuestros destinos, en tus manos depositamos silenciosamente a nuestra amada amiga compañera y hermana paquita
Duerma su alma inmortal para siempre en La Paz eterna, en tu seno insondable y amoroso o Dios Padre y madre misericordiosa !
Silencio y paz.