Por: Julia Hernández Aragón
“El Estado debe responder al interés público y no a intereses privados y el cumplimiento de la ley se debe complementar con una nueva ética social. Es por ello que un plan nacional de desarrollo debe expresar la parte del pacto social que le corresponde cumplir al gobierno. En este sentido, el documento correspondiente al periodo 2019-2024 marca el fin de los planes neoliberales y el inicio de una reorientación profunda y general del rumbo nacional y de las reglas de convivencia entre los ciudadanos y los grupos sociales que conforman al país. La elaboración del nuevo documento recoge la voluntad de cambio de paradigma aprobado en las urnas el 1º de julio de 2018 y redefine el concepto mismo de desarrollo, uno donde el poder económico esté claramente separado del poder político” (PND, 2019).
¿Por medio de qué estamos regidos? Mediante el Plan Nacional de Desarrollo PND 2019-2024, desde el cual se marcan las directrices para el funcionamiento de nuestro país en dicho periodo, y llevar a cabo la Cuarta Transformación. Sin embargo, ante lo que acontece, ante la situación de emergencia por esta pandemia, se ha hecho más que evidente reformular acciones, mucho más firmes hacia las personas más vulnerables, social y económicamente.
¿Cuáles son estas acciones? Por mencionar algunas: 1) acceso a los servicios de salud; 2) apoyo a los adultos mayores (adelanto de 4 meses, sobre el apoyo conferido); 3) apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas, con financiamiento; 4) apoyo a las micro empresas, tanto de los sectores formal e informal, con créditos a la palabra; 5) cambio de fechas en declaraciones fiscales a personas físicas (en lo que dura el confinamiento, 1 de junio); etc.
Haciendo referencia, específicamente, a los apoyos económicos al sector empresarial, se menciona la puesta en marcha del programa de un millón de microcréditos por 25 mil pesos para pequeños comerciantes, que ya se encontraban en la base del Censo para el Bienestar (lo registrados en el programa de Tandas para el Bienestar). Cabe mencionar que dicho programa, se encuentra aunado al programa de un millón de créditos del IMSS para empresas que no hayan despedido a sus trabajadores. Estas acciones se realizan con la finalidad de ampliar la capacidad productiva, mantener el empleo (y con ello un ingreso para subsistir en esta fase de #QuédateEnCasa), y en apoyo a los pequeños negocios que continúan abiertas por considerarse importantes para solventar las compras de la población.
Acciones más generales, con respecto a los programas sociales, sin cancelación de las obras más grandes como lo son la construcción del Aeropuerto en Santa Lucía, la Refinería Dos Bocas, el Tren Maya, y el desarrollo a la Región del Istmo de Tehuantepec, lo cual implica generación de empleo. De igual manera, el continuar con la austeridad republicana, en el sector público, dándose a conocer, la reducción de sueldos a funcionarios públicos, desaparición de algunas subsecretarías de Estado, cese de pago de aguinaldos, no despidos de la estructura laboral en las dependencias de gobierno (pero, tampoco, con nuevas contrataciones), etc.
En general, todo va en apoyo de la población para hacer prevalecer la vida, y sí son muchas las acciones, pero no se difunden éstas porque lo más importante para los detractores de nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, es denostar dichas acciones, crear un ambiente de incapacidad e insuficiencia por parte del gobierno federal, en vistas de un escenario político que permee las condiciones favorables para los que siempre han sido privilegiados del sistema neoliberal, y de cuyos resultados somos evidencia todos y todas de los anteriores gobiernos. Se encuentran más ocupados en acaparar los reflectores atacando con mentiras y calumnias al actual gobierno, porque ven en esta crisis de salud, la oportunidad de generar confusiones y allegarse de adeptos. He aquí la falta de ética de la ultraderecha, y de los que eran privilegiados en el modelo neoliberal. En la dinámica del nuevo gobierno, desde el PND 2019-2024 por ello se redirigen acciones con una nueva ética social. Las acciones hablan por sí mismas…
Son muchas acciones, todas posibles de lograr… asumamos un rol activo… velemos por los intereses colectivos, y seamos capaces de dar lo que tanto exigimos… viviendo la 4T.
