Honor a quien honor merece. Arturo Gámiz García (Segunda Parte)

Por. Profr. Fernando Álvarez Montoya

(28 feb. 1940 – 23 sept. 1965)

Lucha social

A la par del paso de Arturo Gámiz por el magisterio, un joven de nombre, Álvaro Ríos, llegó a Madera con el fin de crear una organización agrarista a nivel regional que luego se expandiera a otros estados del norte del país y, rápidamente, fue estableciendo conexiones con grupos de izquierda, campesinos, profesores y estudiantes en otras partes del estado. En su primera etapa, este movimiento se expandió a Delicias y Casas Grandes. Ahí, en 1959, entró el Dr. Pablo Gómez al movimiento junto con otro doctor de nombre Ramiro Burciaga que tenía un consultorio en San Buenaventura. Desde tiempo atrás era notorio el compromiso del Dr. Pablo Gómez con las causas populares.

En 1960, el movimiento se estableció en la ciudad de Chihuahua, y se empezaron a relacionar en él varios estudiantes de la Universidad de Chihuahua y de la Escuela Normal del Estado, ahí Arturo entró a éste, también entraron Guillermo Rodríguez Ford, Eduardo Rodríguez Ford, Saúl Chacón y Óscar González Eguiarte.

Ese mismo año de 1960 tuvo lugar el primer mitin masivo que se celebró en ciudad Madera y este acto fue determinante para el futuro de la organización y de varios jóvenes que acudieron desde Chihuahua a apoyar a los campesinos. Entre los oradores del mitin estuvo Arturo Gámiz quien se ganó inmediatamente la confianza de los campesinos pues su forma de exponer las ideas era muy clara y convincente. Allí mismo le pidieron que los ayudara más directamente en su lucha y a partir de ese momento el joven Arturo se comprometió de lleno con la causa de los agraristas chihuahuenses, decidiendo para ello abandonar los estudios que recién había iniciado en la Normal del Estado.

Ese mismo año, hubo una marcha en donde más de 100 campesinos caminaron más de 300 km desde Madera hasta Chihuahua Capital, para reclamarle al presidente Adolfo López Mateos (de gira en Chihuahua) que detuviera los abusos de los caciques y latifundistas.[3]

“Maduras las premisas de profundas conmociones sociales que sacudirán a todo el territorio nacional, si no se da una solución radical y oportuna al problema agrario “. Arturo Gámiz

En 1963, ante la eventual elección del candidato del PRI el siguiente año, Arturo organizó convocando a dirigentes del Partido Popular Socialista, la Unión General de Obreros y Campesinos de México (UGOCM), y normales rurales al primer encuentro de la Sierra Tarahumara en octubre, en Ciudad Madera.

El gobierno estatal supo de esto, y, encarceló a Arturo junto a otros dirigentes. Ante la protesta de varios normalistas, medio centenar de estos fueron aprehendidos. Los latifundistas a la par, trataron de parar las protestas en su contra, reprimiendo a los campesinos. El arresto de Arturo y la actitud violenta de los caciques, provocó que Salomón Gaytán y el grupo decidieron tomar el camino de la violencia, volando primeramente los puentes de la familia Ibarra en febrero de 1964 y luego, el 5 de marzo, Gaytán asesinó a Florentino Ibarra.[4] Cuando Arturo salió de prisión, se unió al grupo y pasó a la clandestinidad. Con la influencia del libro «La Guerra de Guerrillas» de Ernesto «Che» Guevara, se inició así la primera «guerrilla» en México.

Chihuahua parecía un buen escenario, dado el hecho de que por esos tiempos hubo un levantamiento de más de 50 tarahumaras en Humariza, Nonoava, al sur de la capital, en donde estos reclamaban sus tierras y asesinaron a unos funcionarios agrarios que estaban en la zona.

Al año de 1964, con el avance de las campañas electorales y el apoyo que el Partido Popular Socialista le dio al candidato del PRI, Gustavo Díaz Ordaz, comenzaron las rupturas entre el grupo guerrillero y los partidistas. A pesar de ello, Pablo Gómez y su hermano Raúl fueron postulados, teniendo como suplentes a familiares de los caciques, recibiendo por esto último una baja cantidad de sufragios.

Para 1965, Pablo Gómez se unió al movimiento subversivo, quedando él y Arturo como dirigentes políticos, y Salomón Gaytán como experto en acciones armadas. Este mismo año se organizó el Segundo Encuentro de la Sierra Tarahumara, pero ahora, por razones de seguridad, en Torreón de Cañas, Durango. De la asamblea, se originaron cinco documentos llamados «Resoluciones», en las que desde el punto de vista Marxista se analizaba la situación mundial y la del país, en donde se propone la vía armada para lograr cambios profundos en la lucha de clases en México. También en dichos documentos se destaca el triunfo de la Revolución Cubana. La convicción por usar armas quedó marcada en la cuarta resolución:

Estamos convencidos de que ha llegado la hora de hablarles a los poderosos en el único lenguaje que entienden; llegó la hora de que las vanguardias más audaces empuñen el fusil; porque es lo único que respetan y escuchan; llegó la hora de ver si en sus cabezas penetran las balas, ya que razones nunca les entraron; llegó la hora de apoyarnos en el 30-30 y en el 30-06, más que en el Código Agrario y la Constitución. Cuarto resolutivo del Segundo Encuentro de la Sierra Tarahumara

En el quinto resolutivo se narra, desde su punto de vista, la situación nacional y se crítica a los intelectuales, al Partido Popular Socialista, al Partido Comunista Mexicano, a los movimientos obreros y estudiantiles, ya que los consideraban, parte del «Juego de Poder del Estado». También se hacía el comentario de que la izquierda nacional estaba muy reducida además de que el movimiento obrero estaba fracturado. Se colocaba de igual forma a la clase campesina de México en la vanguardia revolucionaria como «la clase más revolucionaria en la historia de México». También se hacía hincapié en la creación de núcleos entrenados y para combatir al «Estado burgués». Y como sugería la Guerrilla de Guerrillas, no buscaban reclutamiento masivo sino la creación de pequeños grupos de veinte o quince que iniciaran operativos militares en diversos puntos del país y, detonaran el surgimiento de más. Además, advertía que, «La lucha será terriblemente prolongada, no se contará por años, sino por décadas, por eso es ya la hora de empezar y hay que empezar jóvenes si queremos tener tiempo de lograr las cualidades que sólo los años de acción proporcionarán». En los planes iniciales de la organización estaba el no incluir en su primer «foco» mujeres, dado lo difícil que sería la lucha, aunque 7 mujeres trataron de unirse, Arturo y los demás líderes las rechazaron, debido al difícil clima que se vivía por aquellos tiempos. Referencias: autor desconocido.

Nota de prensa. www.madera1965. www.madera1965.com.mx2004. Wikipedia.