Maestro, ¿ya te pagaron?, pide Moctezuma 1.4 mdp, pero para sus escritorios de caoba y salas de piel

– Solicitan presupuesto a la Secretaría de Hacienda para adquirir escritorios ejecutivos de caoba, refrigeradores, salas de piel, pantallas, equipos de audio, estufa industrial y hasta fábrica de hielo

– La SEP argumenta que los bienes a sustituir ya han cumplido con su vida útil

– La oficina del secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, no soportó la pobreza franciscana y será renovada con un gasto de un millón 411 mil pesos.

CDMX.- “Para garantizar y facilitar el cumplimiento” de las responsabilidades del titular del ramo, se están solicitando bienes muebles como 10 escritorios ejecutivos de madera de caoba, con un costo de 133 mil 580 pesos; cuatro mesas de conferencia, con un valor de 44 mil 460 pesos; 10 sillas ejecutivas de piel negra que cuestan 50 mil pesos; 10 sillas ejecutivas tapizadas en pliana, de 46 mil 610 pesos, y una sala completa en piel negra de 51 mil 500 pesos.

Además, cinco refrigeradores de 10 pies cúbicos de 34 mil 950 pesos, cinco frigobares de 26 mil 450 pesos, una estufa maestra (industrial) compacta con asador de carnes a gas y carbón fósil de 52 mil 932 pesos, un refrigerador industrial de 23 mil 303 pesos y una fábrica de hielo de 25 kilogramos de 13 mil 346 pesos.

De acuerdo con el proyecto de inversión 2020-2022 de la UR100 Oficina del secretario, los requerimientos de bienes muebles son necesarios para “mejorar la imagen institucional de las oficinas adscritas al área del titular del ramo en el edificio sede, así como en las oficinas alternas de esa unidad, generar ahorros presupuestales para cubrir reuniones de trabajo o eventos que encabece utilizando mobiliario y equipo propiedad de la unidad”.

La solicitud de recursos a la Secretaría de Hacienda se hizo a través de la coordinadora Administrativa de la SEP, María de las Mercedes Cristina Flores Villa, en la que se solicitó también un horno de dos charolas para pan, con un costo de 6 mil 199 pesos; un reproductor Blue-ray DH, de 13 mil 845 pesos; una pantalla de 42 pulgadas de LED, resolución HD, de 77 mil 942 pesos, y receptores inalámbricos duales UR4D hasta con 47 canales que incluyen ajuste automático del transmisor, de 122 mil 26 pesos; un distribuidor HDMI tipo Kramer, de 53 mil 56 pesos, y un amplificador estéreo de 750 watts, de 49 mil 18 pesos, entre otros.

En oficio entregado desde diciembre de 2019 con clave de cartera 19111000001, vigente, obtenido por EL UNIVERSAL, se argumenta que la SEP es una dependencia del Poder Ejecutivo Federal y “que desde hace algunos años no ha desarrollado proyectos de inversión para la adquisición de bienes inmuebles que permitan satisfacer sus necesidades para el desarrollo de sus actividades”.Menciona, como parte de la alineación estratégica de esta solicitud al Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, que “durante el periodo neoliberal el sistema de educación pública fue devastado por los gobiernos oligárquicos; se pretendió acabar con la gratuidad de la educación superior, se sometió a las universidades públicas a un acoso presupuestal sin precedente y los ciclos básico, medio y medio superior fueron vistos como oportunidades de negocio para venderle al gobierno insumos educativos inservibles y a precio inflado.

“Esa estrategia perversa —incluida la mal llamada reforma educativa— se tradujo en la degradación de la calidad de la enseñanza y en el deterioro de su infraestructura, razón por la cual este gobierno se comprometió desde un inicio a mejorar las condiciones materiales de las escuelas del país”.

El documento señala que luegode un inventario anual detectaron el deterioro o falta de algunos bienes muebles en las oficinas de esta unidad, algunos de los cuales incluso ya han sido reparados o rehabilitados para seguir utilizándolos, lo cual representa no solamente una modificación en su estructura, sino además un costo adicional en material y mano de obra que pudiera equipararse al costo de su adquisición o valor de inventario.

En cuanto al equipo de administración y tecnológico, subraya el grado de obsolescencia y en algunos casos la incompatibilidad tecnológica de los mismos, ya que por sus características físicas y electrónicas requieren de adaptadores y recambios para su funcionamiento con las nuevas versiones y equipos complementarios, sin mencionar la vida útil de los mismos.

Advierte que de continuar sosteniendo los costos de mantenimiento correctivo y alargamiento de la vida útil del mobiliario, equipo de administración, de audio y video, éste resultará más caro y el costo-beneficio de su reparación será oneroso, toda vez que se trata de muebles y equipo que ya cumplieron su tiempo de vida y las reparaciones realizadas sólo postergarán el deterioro visible, recursos que pudieran ser aprovechados en otras actividades con impacto sustantivo.

Fuente: El Universal