Por: Víctor M. Quintana S.
Por fin tendrán sus libros de texto gratuitos las niñas, niños y adolescentes de las escuelas de educación básica de Chihuahua. Así lo ordenó la Suprema Corte de Justicia de la Nación luego de desechar la controversia constitucional contra la distribución de los LTG presentada por el gobierno del estado. Es un gran triunfo jurídico político. Algunos preguntarán, si se preveía que la resolución de la Corte iría en ese sentido, ¿de qué sirvieron las movilizaciones y llamados a la opinión pública que se dieron desde mediados de agosto?
Sirvieron porque de ellas surgieron tres importantes triunfos:
En primer lugar, el triunfo de la sociedad: esas acciones generaron el movimiento social más importante que se haya visto en Chihuahua en años recientes. Muy pocas veces había tenido tanto éxito una movilización convocada desde las bases magisteriales, independiente, sin el concurso de las direcciones sindicales o incluso con el rechazo del gobierno del estado. Eso fue el ciclo de acciones que comenzó desde mediados de agosto y culminó con las caravanas en 17 municipios el viernes 29 de septiembre y el plantón junto a la SCJN
No fueron sólo docentes quienes participaron; las acciones también contaron con la participación de madres y padres de familia, intelectuales, activistas sociales, artistas, ciudadanía en general. Además, las acciones dirigidas y llevadas a cabo por la bancada de Morena en el Congreso del Estado como la recolección de más de 100 mil cartas demandando la entrega de los LTG a la gobernadora confluyen también en esta gran revuelta por la educación pública, por el derecho a la educación de niñas, niños y adolescentes.
Todo esto reveló que, la supuesta sociedad civil que, según el gobierno estatal rechaza los libros, guardó silencio, la “alta sociedad civil”. En cambio, surgió esa otra sociedad civil de maestras, maestros, padres y madres de familia, trabajadores, que se manifestó bronca por todo el estado, la “baja sociedad civil”, la que no tiene como referente a Claudio X González y sus membretes. La que todos los días pasa frente a Palacio de Gobierno y pide firmar cartas para exigirle a la gobernadora la entrega de los LTG. Ya superan las 100 mil y el gobierno no ha recibido ni la décima parte. Movilizar tanta gente y tan diversa en defensa de los textos fue un gran triunfo social del movimiento y una gran derrota para el PRIAN chihuahuense que puede sentir el rechazo mayoritario de la sociedad, al menos en este aspecto.
Otro triunfo fue el de la batalla moral en este proceso: la impresión de las “sopas de letras” que pretendían sustituir a los LTG a un costo de 40 millones de pesos, supuestamente adjudicada una imprenta propiedad de un funcionario estatal ha sido revelada una y otra vez. Tanto así que la bancada de Morena ya denunció los hechos ante la Auditoría Superior del Estado. Es uno de los temas que más se ha viralizado en las redes sociales ante el silencio de los medios comprados por la gobernadora. Otra vez se documenta que en la derecha mexicana la ideología conservadora obra como coartada para perseguir sus intereses económicos, “follow the money”. Por eso está siendo derrotada moralmente.
Y el tercer triunfo del movimiento magisterial y social es el jurídico-politico. Con la instrucción de la SCJN de entregar los textos al alumnado de educación básica, la gobernadora Campos disfrazará su debacle como obediencia a la Corte. No era posible que la máxima institución juzgadora de este país resolviera en contra los derechos de la niñez y la juventud chihuahuenses y contra la voluntad mayoritaria de la sociedad. La Justicia, las comunidades escolares y las calles triunfaron.
No habría que embriagarse en estos triunfos por meritorios y significativos que resulten. El pliego petitorio del 29 de septiembre contiene demandas contra la corrupción, la opacidad, la impunidad y contra el hostigamiento a maestras y maestros movilizados que no se han cumplido. El gobierno del estado sólo va a hacer lo que la Corte les marque explícitamente, nada más. Por eso, la defensa de la educación pública y del derecho a ella plantea muchas más tareas a las fuerzas progresistas de Chihuahua. Que estos triunfos sean su acicate.