Por: Rosalío Morales Vargas
Las calles en contagio enfebrecido
Por oleadas de un vértigo impetuoso
En Francia y Alemania, Reino Unido
Iberia en activismo vigoroso.
Ánimos fermentados lentamente
Impulsivos irrumpen en el viento
Un puño en alto, un grito estridente
Enérgico se esparce el descontento.
Terremoto de manos incendiadas
Candentes huracanes arrasantes
Derribarán murallas atestadas
De sórdidos parásitos rampantes.
Hirsutas las señales en los ojos
Los oídos, el aire, la cabeza
Ondean sonoros estandartes rojos
Derrumban a los tronos y su alteza.
Un modo de vivir que ya se agota
Para dar paso a un nuevo entendimiento
No se cede el espacio a la derrota
Se construye más fuerte el movimiento.
Es posible la vida de otra forma
Si se levanta el mundo del trabajo
Si se cuenta, sin duda como norma
El poder ejercido desde abajo.
Proletarios de todos los países
Proletarias indómitas uníos
Y que al socaire nuestras cicatrices
Se curen y a encarar los desafíos.
