Por: Profr. Eliud Salinas Alvarado
El pasado 15 de noviembre dieron arranque las fogatas Freirianas a nivel nacional, un poco más de 385 fogatas hacen cimbrar los rincones del país, el penetrante olor a fuego revolucionario surca los cielos con amor radical.
El esperanzador pretexto de leer a Freire nos invita al encuentro, al diálogo; a transformar el mundo y sentirnos cerca de nuevo.
La oscuridad neblinosa de la hegemonía capitalista, ahora tiembla. Agarrados del fuego Freiriano pensamos y actuamos, dirigiremos los esfuerzos a escribir lo que vemos, sentimos y hacemos en las aulas.
Contrario al neoliberalismo educativo desde las fogatas Freirianas tenemos sueños, ahora podremos ver el mundo a través de los lentes de Freire con claridad política, coraje y humildad, en las fogatas se aprende a amar incondicionalmente la educación, aprendemos a denunciar la crueldad de las injusticias, denunciamos todos aquellos actos contra los más vulnerables.
Las fogatas Freirianas son una oportunidad para ser congruentes, alimentarnos de una teoría desafiante y amorosa, de seguir por el camino de la promesa de justicia social, desde el arranque se tiene claro el horizonte que es construir con todas las manos un mundo mejor.
En las fogatas Freirianas se habla con el lenguaje de la esperanza.
El fuego se enciende con el ideal de construir un mundo menos enajenante y más humano.
Actuar en estos espacios es definitivamente no quedarse de brazos cruzados, es escuchar las voces comprometidas para darnos cuenta que la estructura del mundo puedo ser sacudida radicalmente.
Aprendemos a soñar con lo posible; a superar los errores y problematizar la realidad.
Nos damos cuenta que el pensamiento Freiriano no es solo trabajo académico, es reivindicar la labor de la maestra y el maestro, es convivir con la comunidad, tejer resistencias, es concientización crítica, es libertad, tolerancia, indignación y preguntas generadoras.
Vivir las fogatas es ir contra del autoritarismo de la SEP, es reorientar nuestro trabajo, es cambiar de paradigma, vivir de lo cotidiano, escuchar y argumentar nuestro pensamiento, es articular leño por leño, chispa por chispa y fogata por fogata un fuego nuevo.
En ellas se habla el lenguaje crítico y propositivo, el pensamiento de Freire es seductor y trascendental para vivir hoy, es vigente y su lenguaje será útil pero no está completo ni terminando, debemos abonar a seguir construyendo.
Freire nos invita a ocupar un espacio entre lo político y lo posible, educación radical, democracia, pedagogía crítica y comunidades rebeldes.
Con las fogatas Freirianas se comprende que la pedagogía crítica es estratégica, transformadora, territorial, contextual, histórica y científica, con estos encuentros el país se hace más ancho, más largo, pero más integral en la lucha.
Desde su arranque hay vientos que pretenden apagarlas, les resultan peligrosas; sin embargo, su fuego no es cualquier fuego es uno hecho de esfuerzos comunes, de actos políticos para la transformación y de miradas disruptivas.
Todos y todas llegamos de formas distintas a las fogatas Freirianas, lo cierto es que fue para quedarnos, en estos espacios nadie es más grande que nadie, llegamos para ser parte de un todo.
En las fogatas Freirianas construimos inteligencia, hacemos conocimiento y se hace sentido pedagógico.
Comprendemos entonces que el futuro no es un lugar lejano y ajeno a nosotros, sino que nosotros somos quienes construimos el futuro a cada momento.
Saludos a todas las Fogatas Freirianas del país desde Parral Chihuahua, hagamos de este fuego un fuego nuevo que no se apague nunca.
Eliud