Por: Profesor Juan Carlos Orozco Andrade
Vamos a esperar a que suceda lo inevitable, no nos preocupemos por lo que viene en el instituto de SEGURIDAD SOCIAL de los trabajadores del estado. Una institución que fue fundada por el trabajo dedicado de las y los trabajadores de la educación entre otros.
Hoy en día se esta acentuando la crisis que vive la institución y se agravo severamente desde el gobierno de Javier Corral y en el actual gobierno de Maru Campos que no toma medidas para la mejora en sus servicios médicos; todo lo contrario, día a día se dan suspensiones de cirugías necesarias para los derechohabientes adultos mayores o en general. De igual manera el poder acceder a una cita con medico familiar es sumamente tardado y en el caso de los especialistas se están programando a más de 1 año. En el surtido de medicamentos se presenta un desabasto total.
Todo esto está forzando a los derechohabientes a pagar servicios privados de salud, curiosamente no es coincidencia que en la zona de PCE se han instalado diferentes servicios privados como lo son imagenología o farmacias. ¿Quiénes están aprovechando ese nicho el cual por la misma desesperación de los usuarios tienen que devengar de su bolsillo por medicamentos o estudios?
En los negocios no hay coincidencias, se planea y proyecta el costo beneficio de abrir sucursales en la zona.
Por otra parte, lo que llama la atención es la clara omisión de los diferentes sindicatos que representan a los trabajadores del estado; específicamente la sección 42 del SNTE que por más de dos años no ha sido capaz de defender en este rublo a sus miembros en activo y jubilados. Su omisión o silencio nos lleva a sugerir de una complicidad con esta grave problemática.
Sabemos de la poca tolerancia del Profesor Quiroz a la crítica o libre expresión, pero en democracia se debe tolerar, escuchar e incluso motivar. Si el llego por un proceso democrático de igual manera debe actuar. Esta cerrazón lleva a los miembros de la sección a sentirse marginados, pero en especial sin apoyo en sus necesidades. De tener la intención, pero sobre todo el compromiso, se debió dar un pronunciamiento fuerte y contundente por la falta de pago de las diferentes dependencias que deben aportar al instituto de seguridad.
Como es posible que la secretaría de hacienda retiene sus cuotas a los derechohabientes y no las hace llegar a PCE, es el dinero de los trabajadores y no se tiene la capacidad de exigir su aplicación y trasparencia. Se tiene un adeudo mayor a los 7 mil millones de pesos, claramente se puede deducir que al retener esa cantidad se está llevando a la quiebra a la institución de miles de chihuahuenses.
Ya es momento que se trabaje con transparencia y a favor de sus derechohabientes miembros de la sección 42. No se puede seguir en la desinformación, no sabemos el actuar de nuestros representantes ante esta crisis de salud provocada por el oscuro manejo de recursos. ¿Acaso a los miembros del comité seccional no les afecta esta situación? ¿Tienen la capacidad económica de pagar por sus necesidades de salud?
Lo sucesos del pasado son del conocimiento en general, la entrega de nuestras prestaciones por Rene Frías y Ever Avitia son del dominio público, sabemos cómo se entregó nuestra jubilación dinámica entre otras valiosas y dignificantes prestaciones. Se intercambiaron por cargos públicos o exorbitantes cantidades de dinero. Aún hay quien los defiende a capa y espada, pero afortunadamente son los menos.
Este comité que llego por el voto directo de las y los compañeros en activo y jubilados con la frase: “MAGISTERIO QUIERE CAMBIO”. Que emula las iniciales del Profesor Quiroz, nos estamos quedando con las ganas de tener un cambio de paradigma en el actuar de los comités seccionales.
No causa duda el manejo financiero del dinero de los activos y jubilados, lo que tiene en total incertidumbre es la falta de acción e información a la grave situación de PCE, no querer defender lo que tanto costo a un magisterio que era parte de la lucha social de los chihuahuenses. Aquellos que dieron su vida por una verdadera educación pública y la seguridad social.
Probablemente para el colapso irreversible de PCE falten algunos años, pero, en definitiva, este comité seccional está perdiendo la oportunidad de ser recordado como un comité de lucha y justicia para sus miembros. Pasará a ser un comité como el de los anteriores dirigentes. Opaco y al servicio de la parte patronal, la cual con gusto desaparecía a PCE.