Opinión por: Norberto Guerra APPSI
Las emociones impactan en nuestras elecciones diarias, las decisiones financieras no están exentas, y éstas en ocasiones pueden llevarnos a tomar decisiones disparatadas en lo que respecta a lo que queremos, con lo que necesitamos. Comprender esta interacción entre la mente y el dinero puede ayudarnos a tomar decisiones más informadas y efectivas en relación con nuestras finanzas personales.
La toma de decisiones financieras debería de tomarse con seriedad, cada vez es más confusa con la creciente cantidad de mercadotecnia, publicidad y facilidad con la que llega a nuestras redes sociales información constante del mercado. Infinidad de productos modernos, bellos y bonitos inundan nuestras redes, pero, ¿compramos lo que necesitamos o lo que queremos?, que no es lo mismo, y terminamos malgastando nuestro dinero por algo que nos gustó, pero que realmente no necesitamos.
Por ello, se hace necesario mejorar nuestra educación financiera y entender cómo nuestros comportamientos, emociones y pensamientos pueden influir en nuestra percepción y toma de decisiones financieras. La psicología financiera es una disciplina relativamente nueva que se ha convertido en un tema de gran interés, estudia los patrones de comportamiento financiero de las personas, su motivación, los incentivos y las dinámicas sociales que influyen en las decisiones financieras.
Las emociones desempeñan un papel determinante en las decisiones financieras que tomamos. Estas decisiones no siempre se basan en una evaluación racional de riesgos y beneficios, nuestras emociones influyen en nuestras decisiones financieras de manera significativa.
No gastemos el dinero que no tenemos solo por presión social, por moda por querer quedar bien con algún grupo; seamos mas racionales y menos emocionales a la hora de gastar, podríamos evitarnos inconvenientes al comprar impulsivamente, no compremos como ricos y paguemos como pobres, por un consumo inteligente para mejorar la toma de decisiones financieras.
«Hay mucha diferencia entre no tener dinero y ser pobre. No tener dinero es un estado
económico. La pobreza es un estado de ánimo debilitante, una depresión del espíritu.»
John Hope Bryant
Que tengan una buena jornada laboral haciendo y trabajando en lo que les gusta, saludos.
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