Después de que en medio de un clima electoral en Estados Unidos, los diputados republicanos propusieran sancionar o dejar de entregar apoyos a México por un supuesto incumplimiento del pago del Tratado Internacional de Aguas de 1944, a título personal como diputado del Distrito 5 Federal con licencia -no como vocero de Gobierno del Estado ni en su calidad de titular de la Junta Central de Agua y Saneamiento-, Mario Mata Carrasco precisó al momento actual no se puede hablar de faltante en el pago, sino únicamente de retraso, ya que hay plazo para cumplir hasta 2025, fecha en la que reconoce que, de no cambiar la situación, es altamente probable que sí haya un faltante por la sequía extrema que se sufre, factor que por cierto precisó que está contemplado en el tratado. Asimismo, refirió que bajo ningún concepto Estados Unidos puede obligar a México a darle el agua que no tiene.
Tras hacer hincapié en que se trataba de su opinión a título personal como diputado federal, Mata Carrasco empezó manifestando que en este ciclo 36 se está dando una sequía excepcional, situación que junto con los graves accidentes hidrológicos en el sistema hidrológico de México está contemplada en el Tratado. Refirió que si derivado de ello hubiera un retraso o un faltante para los pagos el propio acuerdo de 1944 contempla la posibilidad de que se pueda pasar al siguiente ciclo.
No obstante, Mario Mata precisó e hizo hincapié en que «ahorita no es faltante de ninguna manera, se puede decir que hay un retraso en las entregas como estaba previsto también el tratado» por lo errático del desierto y la sequía excepcional.
«Pero todo esto es supuesto porque tendríamos que esperar hasta octubre del 2025 para entonces sí hacer un corte de caja, es un símil, se hacen los números, se contabiliza todo lo que hay que contabilizarse y entonces se determina si se cumplió o no se cumplió con la obligación para Estados Unidos», aseveró.
Recordó que hay ocasiones en que los pagos quinquenales se cumplen años antes del periodo y ahí empieza un nuevo ciclo de 5 años no es el caso, pero señaló que esta es una situación extraordinaria, y «es muy difícil que se presente, casi imposible».
De hecho, reconoció de que «hay una muy alta posibilidad, pero muy alta posibilidad no una certeza de que el año que entra en octubre vayamos a terminar con un faltante en el compromiso con los Estados Unidos. Ahí es entonces donde se empezará a tomar decisiones, no ahorita, ahorita son puras suposiciones».
Apuntó que los movimientos desde las filas republicanas de Estados Unidos buscan presionar «para llevarse el agua de las presas, el agua que está legalmente concesionada a los agricultores».
Mata Carrasco enfatizó que «no hay forma legal, no existe una forma legal para para exigir que se entregue agua de las presas, no existe, sería quebrantar el Tratado, sería ilegal como se hizo en el año 2020 que se llevaron a punta de fusil 440 millones de metros cúbicos que nos hacen mucha falta ahorita».
Advirtió que, además, hay un gravísimo problema que los parlamentarios estadounidenses no contemplan y es que «no hay agua», este año apenas existe capacidad para cultivar un 40 por ciento de la superficie y para el próximo 2025 existe riesgo de que sea incluso inferior.
«Entonces, no hay mucho que estudiar. Lo que sí podemos hacer es platicar con ellos. Hay que ir, yo siempre he dicho que lo cortes no quita lo valiente, establecer canales de comunicación con todo el Consejo de Cuenca», afirmó, agregando que por primera vez ve que Tamaulipas, Nuevo León y Chihuahua están hablando el mismo idioma, precisamente por la severa sequía excepcional.
Mario Mata enfatizó que Chihuahua no está incumpliendo porque sigue siendo el estado que más aporta, que igual sí se redujo la cantidad, pero no el porcentaje, que ha subido del 52-54% al 73% de lo que se contabiliza para Estados Unidos.
No dudó en reiterar la necesidad de revisar el Tratado de 1944 para que «ya contenga la nueva situación, la nueva realidad que es el cambio climático». En este sentido, señaló que no se puede seguir con un tratado elaborado y suscrito hace 80 años, cuando había unas condiciones de lluvia muy diferentes.
Además, recordó que Estados Unidos también tiene obligaciones en el tratado y en la Cuenca Media, que proviene del Río Grande, como se llama el Río Bravo allí, ya no trae nada de agua, y aquí el río San Juan y otros ya tampoco entregan o bajaron sus aportaciones.
Mata también aseguró que existe la errónea concepción de que México y Chihuahua saldrían perjudicados de una revisión del Tratado Internacional de Aguas de 1944, cuando él está convencido de que sería totalmente lo contrario.
Refirió que existe el miedo a entrarle a la revisión por la falsa concepción de que «nos van a quitar, nos van a hacer esto, no es cierto, ni van a revisar el tratado comercial, ni nos van a quitar los 1 mil 850 millones (de metros cúbicos) que se entregan por Colorado, es una grandísima mentira. Eso lo dice la gente que ignora la relación binacional y todo lo que conlleva una birelación nacional».
«Los más afectados en una revisión al tratado comercial van a ser ellos, el pueblo norteamericano», sostuvo Mata Carrasco, que no dejó pasar la oportunidad para asegurar que en materia hídrica en México y en Chihuahua «sí que falta gobernabilidad porque Conagua no tiene presupuesto para hacer tu trabajo».
Agregó que «Conagua Chihuahua hace todo su esfuerzo, pero Conagua Nacional no tienen ni el esfuerzo ni la voluntad política para venir a poner orden, aquí hay muchas extracciones ilegales, hay un desorden total en el agua subterránea y también las superficiales».