Los pequeños alumnos del Jardín de Niños Albino Mireles regalaron sonrisas la mañana de este viernes en la Plaza de Armas e inmediaciones a través del proyecto solidario de ayuda a personas en situación de calle y migrantes, que trabajaron en el aula a partir de la aplicación de los principios de la Nueva Escuela Mexicana y el análisis del entorno de la escuela. Este kínder su ubica en el Parque Infantil, detrás del Auditorio Infantil, y por el pasan e incluso pernoctan personas en situación de calle. Los niños y sus papás, que también se implicaron en la causa, junto a las maestras, juntaron despensas, ropas y juguetes, que hoy repartieron.
La directora del kínder, la maestra Ana Lilia Flores, manifestó que se trataba de «un proyecto de servicio, ahora con la Nueva Escuela Mexicana estamos implementando diferentes tipos de proyectos en las escuelas. Iniciamos con un diagnóstico para detectar un problema que tenemos. Detectamos que hay una situación ahora con los inmigrantes, hy muchas personas indigentes, necesitadas, la situación económica está complicada, y partimos de una problemática en específico que tenemos en el plantel, de ahí nos fuimos a lo macro».
Esto con la finalidad de sensibilizar a la sociedad, pero «sobre todo generar en los niños y desarrollar en los niños el sentimiento de la empatía, la solidaridad, y que sean un poco más comprensivos ante la situación» que viven algunas personas que su realidad diaria.
Destacó que los niños trabajaron en el aula y en sus casas, investigaron, sensibilizaron a los padres de familia, muchos de los cuales los acompañaron hoy para ver materializado su proyecto, buscaron donaciones y lo clasificaron para hoy realizar la entrega a personas en situación de calle y en situación de vulnerabilidad.
El Puntero tuvo la oportunidad de platicar con algunos de los pequeños de 4 y 5 años que señalaron que durante este proyecto aprendieron a compartir y ayudar a quienes menos tienen y más lo necesitan. Algunos de ellos dijeron que les hacía felices poder ayudar a los demás.
La supervisora de la Zona 23 de Preescolar, Susana Márquez Weisel, señaló la importancia de inculcar en los pequeños «estos valores de la solidaridad, sobre todo en estos tiempos, en donde con un acto de bondad y de generosidad que están demostrando, podemos de alguna manera contribuir a abatir los niveles de violencia y ser conscientes del otro».
«Esa es la riqueza que tiene este nuevo programa de la Nueva Escuela Mexicana, partimos de las necesidades de la comunidad» y que ahora todo se trabaja a partir de las problemáticas para ser mejores personas, manifestó la supervisora.
En esa misma idea abundó la ATP Angélica Lucio, destacando las bondades de que los niños reconozcan por ellos mismos las necesidades de su entorno, en este caso en este kínder ubicado en un enclave por el que diariamente transitan muchas personas en situación de calle y migrantes.