Alto al genocidio en Gaza

Por: Rosalío Morales Vargas

Un genocidio escala, una catástrofe humanitaria se efectúa ante nuestros ojos, una sombra de muerte se cierne sobre Palestina, una avalancha de odio en forma de bombas y proyectiles devasta la martirizada Gaza.

El gobierno sionista del Estado de Israel realiza un exterminio cruel sobre un pueblo que lucha por su liberación y en contra del apartheid y la limpieza étnica, este régimen de extrema derecha está apoyado por el belicismo criminal del imperialismo yanqui.

Con la ocupación ilegal y los actos de barbarie se está produciendo en Gaza una aniquilación monstruosa de millares de civiles. Esta embestida no es algo novedoso lleva 75 largos años desde que el colonialismo sionista se adueñó de la vieja tierra Palestina con rachas de violencia sistemática, callada o encubierta por los medios de comunicación occidentales.

Ha sido un tiempo gris de confusión generalizada, de narrativas indecentes, de humanidad deshumanizada, de arrasamiento despiadado, de embestidas feroces; se ha puesto de manifiesto que la política sionista no puede construir convivencia civilizada porque no puede haber coexistencia sin paz ni paz sin justicia.

No ha habido un momento de reposo para el pueblo palestino, desde la proclamación del Estado de Israel hasta la actualidad, pasando por la guerra del Sinaí, la guerra de los 6 días, la guerra del Yom Kipur, lo que ha provocado la resistencia armada de las intifadas o levantamientos populares.

Ni un solo día ha pasado sin agresiones sionistas a Palestina, la más reciente en los días actuales. pero en la medida que arrecia el bombardeo a Gaza y el salvajismo del ejército israelí se enseñorea, crece y se fortalece la solidaridad internacional con la entrañable Tierra Palestina.

De Berlín a Bruselas de Dublín a Londres, de Amann a Rabat, de Nueva York a Los Ángeles, de Sanná a Damasco, de Bagdad a Teherán, de México a Santiago, de Bilbao a Sidney, de Belfast a Marsella, de Casablanca a Londonderry, millones de personas en el mundo se manifiestan en apoyo al pueblo palestino; porque como dijo Martí, » patria es humanidad».

Quienquiera que se diga humano puede ver con indiferencia la mirada triste de las madres, la angustia de los niños, la desazón de todos ante la carencia de agua de alimentos de medicinas de electricidad, el desconsuelo de quienes vieron perdido su hogar y destruida sus ilusiones .

Hoy se hace necesario detener el asedio y el cese inmediato al fuego por parte del ejército israelí, condenamos con energía las atrocidades cometidas contra hospitales, los bombardeos a instalaciones de salud y mezquitas y las agresiones en Rafah y Khan Youni, no aceptamos el desplazamiento forzado de cientos de miles de personas.

Es alarmante el informe de UNICEF que constata la ferocidad de la ocupación y afirma que en Gaza es inminente una catástrofe donde miles de niñas y niños son víctimas inocentes de la bestialidad de la agresión sionista.

Los pueblos del mundo no pueden permitir que Palestina sea confinada en un ghetto aislado y convertida en ruinas. Las guerras se hacen cada vez más letales.

Si la violencia guerrerista escala, la humanidad está en riesgo de desaparecer.

El imperialismo yanqui convertido en gendarme del mundo atiza los focos de tensión auspiciados por él mismo. Pretende pisotear el mundo con su bota pestilente. De igual manera que envía sus portaaviones al Mediterráneo Oriental, se empecina en mantener el bloqueo a la heroica Cuba, lo mismo mantiene sus bases militares en América Latina que impide la liberación y autodeterminación de las naciones oprimidas mediante el saqueo y el expolio.

Hoy exigimos que el genocida Netanyahu, primer ministro israelí sea llevado al Tribunal Internacional de La Haya y condenado por crímenes de guerra en Gaza y a la vez demandamos que el gobierno mexicano rompa relaciones diplomáticas con Israel.

Anhelamos la paz en el Cercano Oriente. ¿pero cuándo se producirá?
cuando se rompa el estatuto neocolonial en Palestina; cuando se reconozca el estado palestino soberano y autodeterminado y el regreso de las tierras invadidas y colonizadas.

Es hora de romper las cortinas del silencio.
Proclamamos que ¡Palestina vive!
¡Palestina existe!
¡Ni un paso atrás!
¡Hasta la Victoria Siempre!