(Audio) Inaceptable pensar que estamos en el séptimo año del corralato, soy un botín político del que se pretende sacar provecho: Duarte

El viernes arrancó la audiencia inicial del segundo caso contra el exgobernador César Horacio D. J., en la que se le acusa del presunto desvío de 120 millones de pesos mediante contratos con la empresa Kepler. Si bien trascendió la existencia de un amparo federal, con suspensión provisional, concedido al exmandatario que alegó violaciones al tratado de extradición, al haber llegado posterior al arranque la audiencia habrá que definir su validez o no. Será este lunes 28 de agosto cuando se defina la situación jurídica de César D. que tomó la palabra en plena audiencia para denunciar que bien pareciera que éste fuera el séptimo año del gobierno de Javier Corral, que se había convertido en un botín político, así como la cerrazón de la justicia de dejarle seguir los procesos en libertad sosteniendo que si le sobrevenía otra crisis de salud «no la voy a librar».

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En su intervención, César D. J. afirmó ser víctima de «un gobierno nefasto como el de Corral en el que por cinco años se dedicaron más al chisme y a la invención a destruir las cosas que se habían logrado y a los avances tácitos que los chihuahuenses conocen en la administración que yo encabecé».

Sostuvo que el que él encabezó de 2010 a 2016 no fue un gobierno ausente y «mucho menos irresponsable». En cambio, con la llegada de Corral lamentó que «se fueron al suelo» los avances en seguridad, en educación, en economía, «hoy de nueva cuenta están los extorsionadores, los secuestradores en todas partes del estado robando carros y claro, como ahora es un fenómeno nacional también, pues pasamos la bola».

«Yo no garantizo otra cosa más que estar aquí hasta las elecciones es lo único que garantizo, soy un botín político electoral en el que se pretende sacar provecho de esta circunstancia en la que, bueno, pues veremos al final del resultado electoral el año próximo y en dónde estaba la razón», aseveró durante su mensaje en pleno tribunal.

El exgobernador manifestó que «con la frente en alto me puedo parar en cualquier pueblo de Chihuahua y demostrar ni arraigo», haciendo hincapié acto seguido a que «si alguien tiene arraigo, con el debido respeto a todos ustedes, soy yo he sido electo cinco veces en este estado y en la plaza del pueblo o elegido los mil 32 ejidos existen en Chihuahua, los conozco, en esos me conoce la gente».

César D. J. calificó de «posición hipócrita la de la Fiscalía» General del Estado de poner en duda que un exgobernador del estado carezca de arraigo en su propio Estado. «Escuché el pliego de acusaciones que daba lectura la señorita del Ministerio Público, pues era una copia de los discursos hipócritas, sólo le bastó, solo le faltó la voz impostada de Javier Corral en su hipocresía, en el cúmulo de mentiras que están acostumbrados a dar».

«Señalan de manera muy ligera que yo era solo el responsable del Estado, pareciera que hubiera tenido yo el dinero ahí en una bodega y distribuirlo a mi gana. Gusto me hubiera dado que el gobierno de Corral tuviera el 10% de eficiencia que tuvo el mío», prosiguió el exgobernador.

Refirió que la pregunta a la justicia es «entonces si ese gobernador flojo, como lo calificaron los chihuahuenses, no hizo nada de obras, porque yo mismo lo he retado en el municipio que él escoja, no es que yo escoja, a ver quién hizo obra en ese municipio y acciones en beneficio de los chihuahuenses, entonces si es carente de obra, si es carente de inversión, si son escándalos los que hubo en el gobierno de Corral, porque ahí no lo ha perseguido la justicia, por qué no hay esa hambre que me tiene la Fiscalía a mí, pues seguramente porque yo no soy panista, por eso no estoy libre. A Paquito como torturador lo dejaron ir teniendo todavía cinco órdenes de aprehensión».

Además arremetió contra la FGE de mantenerlo en la misma cárcel con delincuentes que «yo metí a la cárcel y procesé, a esos que hoy me amenazan con matarme dentro del cereso porque hay más de 200 procesados adentro del cerezo que yo metí a la mayoría por secuestro y que tienen penas enormes y que me tienen pues una estima muy especial».

Aseguró que los narcotraficantes y secuestradores «los tratan como si fueran finas personas», mientras a él lo tratan como a un criminal.

«Solamente trabajan para los intereses obscuros a los cuales pareciera que se deben es para mí inaceptable pensar que estamos en el séptimo año del corralato, es inaceptable para mí pensarlo porque yo le aposté y pensé que Chihuahua iba a retomar el buen camino y sigue en el camino de la hipocresía en el camino obscuro en el camino de torcer la ley, porque ese tuerce la ley», denunció.

De igual modo, sostuvo que llevaba 39 meses detenido violándose sus derechos, recriminando de nueva cuenta que no se le contabilizaran los que estuvo privado de la libertad en Florida.

«La verdad es que aquí hoy se siente un precedente, que yo con lo que me reste de aliento en mi vida, seguiré defendiendo mi honor y mi nombre y el de mi familia, yo no soy ningún delincuente como ustedes lo hacen y lo señalan como se los dio su maestro o la consigna que siguen haciendo no tienen ni idea, ni idea de lo que es luchar por este estado, ojalá y un día se pusieran de veras a trabajar por defender la justicia de este estado y no estar haciendo las patrañas a las que se dedican», arremetió con dureza el exmandatario.

Asimismo, en su alocución, César D. J. advirtió a las partes y al juzgador que «si me llega a dar otra crisis de salud, no la voy a librar y lo digo aquí porque hago responsables al Tribunal Superior de Justicia del Estado que es la que me ha asignado es estas medidas cautelares pensando en que me voy a ir. ¿A quién con tres centímetros de inteligencia, se le va a ocurrir irse con el tiempo que ya he pagado?», así como los bienes asegurados, denunciando públicamente que algunas de esas propiedades fueron incluso quemadas.

Ante de concluir su intervención, cargó contra la gran cantidad de «estupideces que he escuchado en esos señalamientos, es un discurso de Corral todavía, transcrito. en el que les traen a leer ni siquiera se molestan en actualizar las investigaciones o los hechos».

«Pero la verdad es que no me gustaría seguir siendo producto de consigna», que era una pena recordar como «me la jugué» adelantando a Chihuahua en el tránsito al sistema de justicia oral. Afirmó que después de todo ese esfuerzo era una pena ahora verse ante un tribunal para que le apliquen justicia, «pero me la apliquen Chueca, no me la apliquen como debería ser en el marco de la ley, muchas gracias», concluyó en su intervención.