Aldama, Chih.- Alrededor de una treintena de docentes y trabajadores de la Secundaria Técnica Industrial 3017 «General Francisco Villa» -de un total de 45 que la integrarían- tomaron esta mañana el plantel, impidiendo el acceso al resto del personas y estudiantes, como protesta contra los manejos o forma de dirigir la escuela por parte de la directora Lucía Gabriela Cervantes Trejo, cuya salida exigen de manera inmediata. A la protesta se sumaron integrantes de la Sociedad de Padres. Los inconformes denunciaron, entre otras cosas, que la directora no activó inmediatamente el protocolo de Prevención, Detección y Actuación en Casos de Violencia ante un caso de presunto abuso sexual registrado el pasado diciembre, sino que tuvo que ser desde fuera el Ichmujeres el que lo activara días después, igual ante otras situaciones anómalas, tratos de favor y cambios de horarios en beneficio de algunos docentes en detrimento de otros, afectando a la organización académica y el aspecto pedagógico, y falta de transparencia en el manejo de recursos.
De forma paralela a la protesta, estarán entregando hoy a Gobierno del Estado y la Secretaría de Educación y Deporte un oficio con la denuncia en los siguientes términos:
«Dra. Sandra Elena Gutiérrez Fierro, Secretaria de Educación y Deporte
P r e s e n t e.-
Por medio de la presente le enviamos un afectuoso y cordial saludo. Nos apena dirigirnos con problemas escolares. Es ya imposible seguir laborando con la Mtra. Lucía Gabriela Cervantes Trejo, directora de la Secundaria Técnica Industrial 3017, los hechos que relatamos darán a conocer una situación que prevalece en nuestra escuela durante los dos últimos ciclos escolares:
La forma de gestión directiva de la maestra abona poco al ambiente democrático y participativo que todo colectivo escolar debe de prevalecer, pues ella constantemente toma decisiones unilaterales, sin tomar en cuenta al profesorado de la escuela. La comunicación pocas veces fluye, la información se maneja con hermetismo de tal forma que, en aspectos formales de la vida escolar, nos vemos afectados. Por ejemplo, las reuniones de Consejo Técnico son poco productivas porque ella constantemente no escucha nuestras ideas. Lleva todo decidido y poquísimas veces nuestros argumentos y preocupaciones son escuchados. Este estilo de liderazgo ha estado erosionando el clima de trabajo porque no somos sujetos participantes de la vida escolar, somos tratados como objetos sin derecho a voz. Esto contradice por completo el “deber-ser” del liderazgo de una institución escolar y conduce a acciones de violencias sutiles que se han convertido en hostigamiento laboral.
Durante el ciclo escolar 2022-2023 se ha cambiado en 5 veces el horario de toda la escuela. En cada ocasión ha sido por favorecer docentes que recién ingresan a trabajar en la institución, creando desajustes en el colectivo de profesores y de alumnos. La distribución de los horarios se realiza antipedagógicamente puesto que, en este último cambio de horario, a un grupo de primer grado se le asignaron, 5 módulos seguidos en un mismo día con el mismo profesor. Es decir, se privilegian aspectos administrativos antes que lo verdaderamente importante, que es el aprendizaje del alumnado.
La ley establece como parámetro de comportamiento de cualquier funcionario público, la transparencia y rendición de cuentas: hacia el profesorado, hacia el alumnado y con responsables de familia. Ella, desde su arribo en el ciclo escolar 2021-2022 jamás ha permitido tener una reunión de rendición de cuentas, con ninguno de los implicados. El manejo opaco de la información es permanente:
Las actividades se nos informan el día que se van a realizar.
Desconocemos los ingresos obtenidos a partir de la cooperativa escolar.
En su primer año, asignó de manera directa la cooperativa escolar a personas conocidas de ella, sin abrirla a convocatoria, ni licitación.
La directora ha violado en múltiples ocasiones el Protocolo Único para la Prevención, Detección y Actuación en Casos de Violencia contra NNA en las Escuelas de Educación Básica del Estado de Chihuahua. Esto tiene a toda la comunidad escolar en una condición de vulnerabilidad y de exposición a las violencias. Expondremos algunos casos que nos llevan a realizar esta afirmación:
En octubre de 2022 un prefecto presuntamente cometió abuso sexual hacia unas alumnas, un maestro avisó a la dirección escolar, pero ya estando en el mes de diciembre y sin haber pasado nada, las niñas regresaron con el personal de Trabajo Social a denunciar nuevamente los hechos. Aún y cuando personal de este departamento de la escuela siguió el protocolo y entregó a la dirección de la escuela, las relatorías del abuso de las alumnas ella fue omisa de su responsabilidad de activar el protocolo y de avisar a la autoridad, en ese momento (Anexos 1). Es hasta el 21 de diciembre del 2022 cuando la Lic. Adriana Corral de la Unidad de Género, Derechos Humanos y Convivencia, activó el protocolo el 21 de diciembre (Anexo 2). Con la activación del protocolo asiste la policía municipal a la escuela y la directora permite que el violentador evada la justicia permitiendo su salida por la puerta de atrás. El Jurídico de la SEyD de manera contraria establece que fue la directora de manera posterior (6 de enero del 2023), pasados tres meses posteriores al grave hecho que afectó a la seguridad de la alumna (Anexo 3). Ante este caso, se está cayendo en completa omisión de funciones y en un delito por no atender un documento vinculatorio. Se violó la garantía del derecho a una vida libre de violencia de las niñas en la escuela.
Ha habido casos muy fuertes de bullying entre alumnos y alumnas, de tal forma que dos madres de familia se pelearon fuera del edificio escolar, en redes sociales hubo la denuncia de una de ellas, la inspectora Juana Guadalupe González Rodríguez asistió a la escuela para hacer la investigación del asunto el 17 de marzo del 2023. Los acuerdos establecidos fueron que se iban a separar a las hermanas violentadoras, sin embargo, este acuerdo no se ha respetado pues siguen en el mismo grupo.
El 27 de marzo del 2023 aparecieron pintas en la escuela que amenazaban al esposo de la maestra Gabriela (antiguo subdirector), al subdirector en curso y a la misma directora. De manera irresponsable, porque ni ella ni el subdirector estaban presentes, se dio la orden -telefónicamente- de que todo mundo nos metiésemos a trabajar, sin investigar a profundidad. Esto nos puso en un momento de vulnerabilidad, exponiéndonos a los adolescentes y profesores.
Un día después de las pintas se instaló afuera de la dirección escolar, un policía armado para salvoaguardar la integridad de la directora y según el Manual de Seguridad Escolar “nadie debe entrara a la escuela con armas, aunque tenga permiso para portarlas (p. 48). Este hecho pone en riesgo la integridad de los alumnos y del personal.
Hubo el caso de un perro que fue presuntamente violado dentro de la escuela. La directora dictaminó que no había sido violado y nuevamente fue omisa en la investigación y de llamado a la autoridad.
Durante una clase un alumno disparó una pistola de postas. Se llamó la policía que acudió a buscar el arma, que no se localizó. Las clases continuaron en otra aula, sin auscultar mochilas y sin consecuencias.
Alumnos han sido sorprendidos en dos ocasiones consumiendo mariguana al interior de la escuela y el argumento que la directora de la escuela ha expuesto constantemente fue de “no se puede hacer nada”.
Vulnerar los derechos humanos del personal docente, al realizar hostigamiento sobre las salidas del personal docente de sus aulas. El extremo llegó a que una compañera docente se orinó en el salón de clases, por evitar ser reprimida por parte de la directora.
A la llegada de la directora Lucia Gabriela Cervantes Trejo, comentó en colectivo que ella en su andar ya llevaba un cese y dos puestas a disposición en su personal docente, en las escuelas donde había laborado. Esto habla de amenaza velada al personal.
Dentro de sus antecedentes, la directora Lucia Gabriela Cervantes Trejo viene con cambios forzosos de sus anteriores centros de trabajo: en la escuela donde laboraba en Hidalgo del Parral, fue corrida y cambiada a Delicias, donde nuevamente tuvo problemas con su personal y el problema seguirá en todas las instituciones que ella dirija porque no tiene habilidades para realizarlo.
Otra de las irregularidades importantes que nos tocó vivir fue que la Maestra Cervantes fue directora durante 2021-2022 y el subdirector escolar era su esposo Profr. Manuel Hernández. Esto nos originaba problemas por la parcialidad en que se cayó el manejo de la escuela: no había un punto de equilibrio. Este matrimonio llegó a trabajar la escuela como una empresa, dejaron de lado el Plan de Mejora Continua que ya teníamos construido e impusieron una forma de trabajo sin tomar en cuenta nuestras opiniones y las necesidades del contexto escolar.
Ante la ausencia de una atención objetiva, bipartita y con enfoque en lo que el profesorado ha vivido, por parte de la supervisora escolar, es que nos lleva al extremo de tomar las instalaciones escolares para poder ser escuchados.
Mucho nos habíamos contenido por el hecho de que sabíamos que la maestra había solicitado su cambio de adscripción. Pensamos que solo era “aguantar” un poco más porque ella se iba a retirar el próximo ciclo escolar, sin embargo, la “gota que derramó el vaso” y que nos orilla a tomar las instalaciones de la escuela, es que arbitrariamente y escudada en quien la supervisora escolar -quien solo a ella ha escuchado- pone a disposición a varios de nuestros compañeros por cuestionar su verticalidad en la toma de decisiones. Demandamos que la Secretaría retire de la dirección escolar a quien constantemente ha dado prueba de falta de control, de capacidad de gestión y de omisión a sus obligaciones y a la supervisora que ha actuado con evidente parcialidad.
Atentamente
El personal de la escuela»