Opinión:
Siempre es una buena señal para una ciudad que los espacios públicos sean recuperados por la ciudadanía para el ejercicio de los derechos democráticos, como la libertad de expresión o de cultura, por eso es que desde el inicio del Bazar de Salvemos los Cerros me uní, y ha sido una experiencia con muchas enseñanzas positivas, pero también algunas negativas, que a continuación voy a resumir.
Cómo se han de haber enterado, en 2021 el movimiento Salvemos los Cerros de Chihuahua empezó un bazar en la plaza ni una más (plaza mayor) para poder financiar un estudio del agua del río Chuviscar, con un costo aproximado de 25mil pesos, en donde decenas de bandas musicales y decenas de proyectos autogestivos pudieron encontrar un espacio para su libre expresión, además de numerosas protestas y manifestaciones pacíficas.
Sin embargo, los inspectores del gobierno estatal nos mencionaron que no podíamos estar ahí. Por esa razón iniciamos un proceso de resistencia para ejercer nuestro derecho al espacio público. Gracias a la lucha legal y comunitaria fue como conseguimos que se nos respetara, pero el acuerdo fue que el espacio no sería un tianguis, sino una protesta pacífica.
Durante el 2022 seguimos realizando acciones en defensa de los cerros y ríos, lo que implicó un gasto económico fuerte que financiamos de nuestros propios bolsillos. Sin embargo, todavía algunos comerciantes estaban de acuerdo en apoyar con cooperaciones voluntarias al movimiento, por lo que esos gastos se pudieron solventar. Esto fue informado en la plaza pública con megáfono muchas veces por compañeros de SLC para que todos estuvieran enterados de los gastos.
El problema fue que un pequeño grupo de autonombrados emprendedores llamado «bazar raíces nómadas», que no tiene nada que ver con el movimiento Salvemos los Cerros de Chihuahua, decidió cobrar cuotas e imponer normas completamente fuera de lugar, así como expulsar y agredir a compañeros y compañeros que siempre han participado en el movimiento y que pertenecen a distintos colectivos que sí luchan, entre ellos, grupos a favor de la defensa de los animales y huertos urbanos.
Ante está situación acudimos una brigada de SLC a aclarar que el dinero de las cooperaciones voluntarias ni siquiera cubrió el gasto del estudio de agua del 2021 y menos aún todo el gasto del 2022, año en que realizamos más de 100 actividades políticas, sociales y culturales en defensa del territorio, entre manifestaciones, bloqueos, tokines, denuncias, demandas, diálogos y mucho más, sin embargo, se suspendería toda cooperación de dinero para volver a retomar el carácter de protesta pacífica.
Debido a esto, la ira de un par de personas, vinculadas con pedófilos y que han Sido señaladas por agredir y acosar a mujeres y menores de edad, entre ellos un migrante de avanzada edad conocido como «Javo» se organizaron para mentir para cobrar cuotas (señalando que las cuotas las cobraba SLC, lo cual era mentira pues durante meses no hubo cooperaciones voluntarias) lo que detonó enojos y agresiones de parte de estas personas agrupadas en el llamado “bazar raíces nómadas” hacia compañaeros de SLC.
Un espacio que fue tan bonito, donde la comunidad parecía estar a favor de un bien para todas las personas y para los cerros, animales y plantas, está sufriendo por un pequeño grupo. Espero que estas líneas sirvan para que los compañeros de Salvemos los Cerros y otros grupos que también han sido maltratados, podamos recuperar la relación pacífica que había en este lugar.