Por: Eliud Salinas
Colaboración y fotografía: Ángela Monserrat Salinas Guevara
1 de mayo de 2023 a las 10:00 a.m. Se realiza por las principales calles del centro de la ciudad de Parral una marcha de maestros y maestras de todos los niveles, prescolar, primaria, secundaria, preparatoria y jubilados, dando pasos firmes y una oportunidad didáctica de educación política.
Ante el yugo del mal gobierno estatal dentro de los límites que esto determina con acciones de presión administrativa y jurídica, una agonizante cúpula ahogada en sus propias promesas, un mal servicio de pensiones que ha costado muchas vidas, injusticias administrativas con ceses que demuestran abuso de poder, ambientes laborales llenos de acoso y demerito de la labor docente, discursos amañados por parte de la cúpula sindical, negativas ante la insistencia de asambleas para organización y educación política de la base, falta de pagos de decenas de compañeros y compañeras, un USICAMM que pisotea todo lo referente a la dignidad profesional con un sistema de promoción aberrante y rapaz; salarios miserables para la base, esto y más abren el telón como contexto gremial histórico, un antecedente necesario de mención para comprender porque se marcha, aunque no marcharon todos y todas, siendo de por sí esto un síntoma de desmovilización gremial.
Los que salieron hoy a la calle demuestran en gran porcentaje hacer caso al llamado tibio de las dirigencias a marchar, pero los paso de otros y otras trazan su propio camino, alejándose de la superficialidad de seguimiento de ordenes y consignas predeterminadas para aprovechar y cargar banderas justas que necesitan ser escuchadas como la exigencia de un mejor servicio médico y castigo a los culpables de este acto de mortales consecuencias o la necesidad de contar con crédito para vivienda digna, sin embargo, aunque algunas de estas proclamas se encuentran fugazmente en el comunicado de la sección 42 publicado el día de hoy, el verdadero peso de su esencia lo hacen las bases, pues así como las enfermedades no perdonan nosotros también avanzamos y aprendemos, alzamos la voz por un nuevo sindicalismo democrático y con trabajo político. Tal vez hubo quienes no marcharon pero que en sus centros de trabajo ya están considerando la organización como opción, incluso a costa de pasar por encima de cúpulas y dirigencias locales que no dan el ancho a tantas promesas planteadas.
Este ha sido el sello característico de la actual dirigencia, falta de recursos y comunicación con las bases, demandas vacías sin consulta, nula convocatoria y falta de liderazgo, además del echar la culpa de todo a los anteriores dirigentes, pero de ellos y ellas, dirigencias actuales poco o nada.
Marchar es ver el rostro de los maestros que van con una ligera brisa de esperanza que algo puede ser diferente. Como conclusión, las demandas son justas, los medios hagámoslos todos y todas sabiendo que las formas no siempre serán las correctas, rebelarse es una opción. Entonces que se cuiden los esbirros del poder, comienza a cocinarse una estrategia diferente que cambiará lo que deba ser cambiado.