Por: Mtra. Rosa Lilia Cardona Muñoz
Con el alma pletórica de alegría nos recibieron los niños y niñas de la Etnia Tarahumara en el Asentamiento “Los Nogales” ubicado al Sur de la ciudad.
Fueron llegando uno a uno niños y niñas de entre 2, 3, 5, 7, 8, 9, 11, 12 y hasta jóvenes de 17 años.
Ahí estaba Regina con su atuendo y su vestimenta Tarahumara que lucía con gran garbo y gran hermosura, una niña de apenas 2 años, también estaba Fabián quién muy presuroso nos mostraba su cachucha y sin poder hablar muy bien, balbuceaba que él, era portador de esa gorra…bueno eso al parecer decía, quién con gran orgullo se sumaba a la fiesta.
María una joven que iba en una bicicleta cargada de un costal fue una de las primeras invitadas, detuvo su bicicleta y portando unos guantes nos aseguró que iría al festejo, pero nunca llegó, estaba trabajando en busca del sustento diario recogiendo botes tirados por el camino.
Norma una niña de 12 años fue reconocida por una compañera voluntaria dijo que ella venía de otro Asentamiento que fácil tuvo que recorrer muchos kilómetros para asistir al festejo… a su festejo.
LA ALEGRÍA ES DEMOCRÁTICA!!!
TODOS LOS NIÑOS Y NIÑAS TIENEN DERECHO A PASAR MOMENTOS FELICES EN SUS VIDAS.
Y SOBRE TODO LAS Y LOS MÁS VULNERABLES HERMANOS RARAMURIS
Llegaron Niñas ya más grandes que traían a sus hermanitos en brazos y a ese contingente, se sumaron las mamás de los niños pequeños que ya estaban inquietos por que iniciara su festejo.
Llegamos, pero no dábamos al Asentamiento “Los Nogales”, con llamadas y señas, una joven integrante de esa comunidad nos guió al lugar que está asentado en un terreno sin servicios, sin caminos visibles y dónde la pobreza es vista a toda costa y desatendida por las Autoridades Gubernamentales. Este Asentamiento está atrás del fraccionamiento Rinconadas Los Nogales, junto a las vías del tren que se encuentra próximo a los jales de la Fundidora de Ávalos dónde la contaminación por metales arrecia en esa región.
En medio de los jacales están cuatro lavaderos que se alimentan de una pila que surte el agua, de manera rústica está cubierto de un techo de lámina, ahí acuden las mujeres Rarámuris a lavar sus cambios de muda y las de su familia.
Enfrente está un gran jacal de madera que funge como su salón de Actos con pisos de tierra, el techo cubierto por hule negro aislante, láminas de cartón y madera, adentro del salón hay varios pupitres y una gran mesa, que fue dónde hicimos el festejo.
Los niños y jóvenes grandes estaban afuera del jacal, esperando una rica ensalada que prepararon compañeras voluntarias con todo su cariño y se fue sirviendo con música de fondo, las canciones de Cri- Cri, salieron a flote, el Ratón Vaquero, el Chorrito… No podían faltar.
Pero ya pasada una hora después de comer, el festejo lo iniciamos a las doce y media, las niñas y niños pidieron sus dulces porque ya se iban a la escuela, contentos y felices recibieron sus dulces y sus múltiples regalos que con gran cariño todo el equipo de voluntarias y voluntarios los envolvimos.
Se quedaron los niños pequeños y los niños y jóvenes de más edad.
Quienes disfrutaron con gran alegría del quiebre de la piñata, quiénes al canto de
dale, dale, dale y después de muchos intentos finalmente la piñata fue rota, con el espíritu abierto dando paso a la alegría y la euforia.
Posteriormente siguieron los juegos que bien organizados disfrutaron los niños y niñas como el juego de la silla, el juego de gallo gallina participando niños y las madres también.
Los premios fueron desde balones, pelotas, lapiceras, cuadernos, libros para leer y colorear, bolsitas para sus útiles, plumas y lápices. Las Mamás también recibieron sus regalos.
Juan, Genaro y Lety Niños ya grandes fueron ganadores, al final se les preguntó en que año cursas… Ellos contestaron No estudio. Creo que los funcionarios gubernamentales de Educación y Desarrollo Social tiene un gran trabajo en esta comunidad que piden a gritos ser atendidos.
Al terminar las Señoras y Niños y Niñas nos dijeron
“GRACIAS”
Fueron nuestros regalos del Alma
El Equipo de voluntarios y voluntarias les damos las gracias a los niños y niñas del Asentamiento Tarahumara “Los Nogales” por recibirnos.
Estela Núñez, Lucy Rodríguez, Emily Gutiérrez, Rosita Ornelas, Laura Acosta, Mary Rascón, Martha Cruz, Ceci Acosta, Caro Lozoya, Alfredo Riggs, Martin Chaparro, Lety Rascón, Rosa Lilia Cardona.