–Alberto Arvizu impartió el curso de innovación a un grupo de científicos de la empresa Mirai Innovation,ubicada en Osaka, Japón
Chihuahua, Chih.- Alberto Arvizu, el actual director de la Escuela de Negocios del campus Chihuahua del Tecnológico de Monterrey, impartió un curso de Design Thinking a un grupo de jóvenes científicos reclutados por la empresa de tecnología japonesa Mirai Innovation.
El profesor viajó a la ciudad de Osaka para trabajar con 22 científicos de todo el mundo que se centraban en el desarrollo de tecnología de punta en áreas como robótica aplicada a la medicina, diseño de satélites y trajes espaciales.
“Mi objetivo era que los estudiantes trabajarán desde el entendimiento de la innovación, hasta el desarrollo de tecnología tangible”, explica.
El objetivo del curso fue que los estudiantes trabajaran desde el entendimiento de la innovación hasta el desarrollo de tecnología tangible. Para ello, Alberto guio a los jóvenes a analizar el diseño de los productos, las expectativas del cliente y a tratar de entender las necesidades de los públicos.
“Todo se puede ver como un producto y se pueden aplicar los principios de diseño para mejorarlo y, si entendemos al usuario, puedes proponer soluciones de cosas que ni el usuario sabe que puede mejorar”.
El grupo de científicos tenía perfiles muy científicos, por lo que el trabajo de Alberto fue ayudarlos a ver todo de manera holística y descubrir las cosas desde diferentes perspectivas. Durante un taller se utilizó una tecnología emergente de NFT’s para experimentar con imágenes generadas por algoritmos, lo que permitió pensar de manera más innovadora y darle poder a la tecnología utilizada.
“Eran perfiles muy científicos, por lo que mi trabajo fue ayudarlos a ver todo de manera holística, que descubrieran las cosas desde diferentes perspectivas”.
La metodología del Design Thinking consta de cinco pasos que deben seguirse en orden: empatía, definición, ideación, prototipado y testing. El primer paso es la empatía, donde se entienden las necesidades de los usuarios a través de la observación, preguntas, entrevistas y focus groups.
La segunda fase es la definición, donde se organizan y detectan las necesidades prioritarias. La fase de ideación es la tercera, donde se resuelven las necesidades detectadas de manera creativa.
El prototipado es la cuarta fase, donde se realiza una solución rápida para poder ver, tocar y usar la respuesta a las necesidades. Finalmente, la fase de testing lleva el prototipo al mercado para obtener retroalimentación y asegurarse de que sea una solución innovadora efectiva.
“Ellos se centran en proyectos de robótica, nanotecnología, inteligencia artificial y tecnologías espaciales, por lo que mi participación fue en el sentido de sacarlos un poco de la caja, finalizó.