Chihuahua, Chih.- Después de que ayer la subsecretaria Administrativa y el director técnico de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE) presentaran a la opinión pública un reporte señalando que la flotilla de aeronaves de Gobierno del Estado, tres aviones y cuatro helicópteros, se encuentra en pésimas condiciones, y en varias ocasiones hubo de contratarse un servicio de aerotaxi privado para el traslado de funcionarios, hoy la gobernadora Maru Campos Galván afirmó que tiene la obligación de cuidarse tanto ella como a sus funcionarios y no poner su vida en riesgo.
Ayer martes Susana Bazaldúa y Joel Estrada refirieron que de las siete aeronaves sólo tres estarían operativas, cuatro de ellas guardarían un estado de inservibles y el monto de mantenimiento y reparación, en algunos de los casos, superaría los 20 millones de pesos, prácticamente lo que costaría una aeronave nueva. Ante esta situación, los funcionarios de la SSPE informaron que en varias ocasiones se consideró más conveniente, por motivos de seguridad de los funcionarios, contratar el servicio de un aerotaxi privado para realizar algunos desplazamientos por motivos laborales.
Hoy la propia gobernadora se manifestó al respecto y aseguró que los chihuahuenses merecían saber el contexto. Refirió que se trata de «una flotilla a todas luces auditada por instancias distintas, ajenas a Gobierno del Estado, que determinaron las pésimas condiciones de esta flotilla».
Tras señalar esto, Maru Campos agregó que «yo como gobernadora tengo la obligación de cuidar a mis funcionarios y de cuidarme a mi misma para que no suceda una tragedia».
A este respecto recordó y lamentó que «hemos tenido, desgraciadamente, en Acción Nacional hemos tenido la baja de amigos muy queridos, funcionarios reconocidos, por justamente no cuidar esas flotillas por descuido u omisión».
Así lo aseguró en respuesta a las acusaciones vertidas en días pasados desde algunos sectores de la oposición y por parte del expanista y actualmente en las filas de Movimiento Ciudadano, Miguel Riggs, apuntando que en su reciente viaje de trabajo a Washington la gobernadora y su comitiva de funcionarios habrían volado en un avión propiedad de un hijo de Romero Deschamps.