La tradición del chapulineo en la SEP

Arturo Gutiérrez Lozano

Por: Dr. Arturo Gutiérrez Lozano. Profesor de la Universidad Pedagógica Nacional del Estado de Chihuahua, Campus Juárez

Dentro de una de tantas tradiciones que han perdurado en la política educativa nacional hay una que se ha mantenido fiel a pesar del cambio de partidos políticos gobernantes, el chapulineo de los y las secretarias de educación pública que, si bien, se ha amoldado a los cambios socioculturales, económicos y políticos del país, ha mantenido su carácter sui generis que describe parte de la hechura de la política educativa mexicana.

Justo ahora, a la mitad de 2022 en pleno regreso presencial total a las escuelas de todos los niveles educativos del país, después del confinamiento social ocasionado por el brote pandémico del covid19. Delfina Gómez, exsecretaria de educación pública, renueva la tradición de utilizar la SEP como plataforma para acceder a un puesto político o cargo de elección popular con su reciente renuncia ya que después de estar al frente de la Secretaría, en menos de dos años buscará ahora gobernar el Estado de México.

Abandonar a la SEP tristemente es un asunto de larga data, la tradición del uso del puesto de secretario o secretaria de educación la podemos ubicar a partir de los secretarios de educación de las décadas de los ochenta y noventa del siglo pasado, quienes llegaron bajo el cobijo del presidencialismo priísta y estuvieron poco tiempo al frente de la SEP: Manuel Bartlett, inició en 1988 y se fue en 1992 buscando de la gobernatura de Puebla, que obtuvo; Ernesto Zedillo después de casi dos años abandona la Secretaría para dirigir la campaña de Colosio a quien después de asesinado supliría como candidato, y sería presidente de México; Fernando Solana, sería el relevo de Zedillo por seis meses; José Ángel Pescador, cerró el sexenio de Carlos Salinas de Gortari. El caso de Fausto Alzati destaca por su efímero paso por la Secretaría, 44 días y se fue después de ser obligado a renunciar al no contar el con título de doctor que ostentaba; Miguel Limón, le relevó y cubrió el sexenio de Zedillo de 1995 al 2000.

Curiosamente, en la denominada transición política del gobierno panista de Vicente Fox, el secretario de educación Reyes Tamez Guerra logró completar un periodo completo. Los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto comparten el número de secretarios por sexenio: Josefina Vázquez Mota, Alonso Lujambio y José Ángel Córdova respectivamente, estuvieron al mando de la SEP en el sexenio del panista. Por su parte, los secretarios del sexenio de Enrique Peña Nieto, Emilio Chuayffet, Aurelio Nuño y Otto Granados, recordados por la implementación de la Reforma Educativa de 2013 que afectó el ingreso, promoción y permanencia de una generación de profesores que se enfrentaron, además, a la estandarización evaluativa y la eliminación progresiva de conquistas y derechos laborales.

Delfina Gómez, llegó a la Secretaría después de que Esteban Moctezuma, primer secretario de educación pública del actual gobierno dejara el cargo al ser propuesto como embajador de México en Estados Unidos en febrero de 2021. La ahora exsecretaria llegó al puesto con el aura de ser la primera docente que llega al máximo escalón burocrático del Sistema Educativo Mexicano, el nombramiento de alguien que conoció las aulas, avivó las ilusiones y deseos de cambios en la educación pública nacional. Sin embargo, haber sido maestra representó muy poco si no es que nada en su ejercicio como secretaria de educación. Con ella, el segundo año de la educación a distancia por pandemia se mantuvo como en el último año de Esteban Moctezuma, con Aprende en Casa como única estrategia a gran escala y sin acciones concretas para atender los problemas de rezago, deserción y abandono escolar; ni las grandes desigualdades de conectividad y acceso a tecnologías de información y comunicación de miles de alumnos. Deja a su paso por la SEP la eliminación de programas educativos como el de las Escuelas de Tiempo Completo, entre otros.

La exsecretaria Gómez buscará la gobernatura del Estado de México, niega haber utilizado la SEP como plataforma política para tal fin y pasa la estafeta de las promesas incumplidas en materia educativa a otra maestra, Leticia Ramírez, a quien veremos si mantiene la tradición de tres secretarios de educación por sexenio u opta por la tradición del chapulineo y salta a otro puesto.