La educación inicial indígena: una mirada a las realidades educativas

Por: Mtra. Daniela Nebai Fuentes Carmona y Mtro. Eduardo Nájera Acosta (Asesores Técnico Pedagógico de Educación Indígena)

En la reforma del 2018 a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su Artículo 3º se indica que el Estado impartirá y garantizará la educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior. La educación inicial, preescolar, primaria y secundaria, conforman la educación básica; ésta y la media superior serán obligatorias. La educación inicial es un derecho de la niñez y será responsabilidad del Estado concientizar sobre su importancia.

La educación inicial indígena es una modalidad educativa dirigida a la población indígena y migrante específicamente para niñas y niños de 0 a 3 años así como también a mujeres embarazadas a través de distintas formas de atención.

De manera oficial está establecida como no escolarizada, ya que las características en sus distintas formas de atención representan una dinámica en la que las docentes requieren de ser itinerantes en los domicilios de las niñas y niños inscritos; un horario que se adecue a las dinámicas familiares; la relación interinstitucional; el uso de la infraestructura (en caso de contar con ella); la necesidad de relacionarse con agentes educativos comunitarios, con el medio y con el contexto.

Dentro de las diversas formas de atención existen tres que son las más recurrentes:

1. De cero a dos años de edad con la participación de los agentes educativos comunitarios.
Es la atención que se da principalmente en los hogares por la docente, involucrándose en la dinámica familiar y comunitaria dando una atención más individualizada a cada niña y niño.

2. De dos a tres años de edad.
Esta forma de atención varía según los contextos y las condiciones de cada centro de educación inicial indígena. Según las experiencias recabadas se desarrolla en espacios con o sin infraestructura adecuada, que posibilitan u obstaculizan la atención a los niños y niñas de este rango de edad. Asimismo, es importante compartir que para favorecer el desarrollo de habilidades cognitivas, socioemocionales y físicas en estas edades, se requiere conformar grupos de atención con niñas y niños.

3. Orientación educativa a los agentes educativos comunitarios.
Un agente educativo comunitario, es aquella persona en el contexto inmediato del niño o niña, que forma parte del ambiente de aprendizaje y socialización inicial, ya que se encuentran bajo su cuidado – mamá, papá, abuelos, tíos, hermanos –.

Una de las características esenciales de la educación inicial indígena, es el acercamiento y relación comunitaria donde los espacios de intervención del docente se centrarán en la atención específica e individualizada a los agentes educativos comunitarios teniendo como prioridad el contexto familiar y cultural. Con ello se garantiza los beneficios que aportan los procesos educativos de este nivel.

La educación inicial indígena en el estado de Chihuahua se encuentra adscrita a las supervisiones escolares que además atienden a los niveles de preescolar indígena y primaria indígena.

El contexto para la atención educativa a niños, niñas y agentes educativos comunitarios es diverso. Encontramos centros educativos de este nivel en las comunidades más recónditas de la región serrana, en las cabeceras municipales y rancherías, así como en comunidades indígenas urbanas, atendiendo a los cuatro pueblos originarios; donde las características van desde aquellos que cuentan con la infraestructura necesaria para implementar centros de atención infantil, otros con aulas en comodato, hasta los que no cuentan con ningún tipo de infraestructura, equipo y mobiliario.

Ante este panorama de diversidad, la tarea del nivel educativo se enriquece ya que, con las formas de atención, se prioriza tutelar el derecho a la educación de los niños y niñas, así como la orientación a los agentes educativos comunitarios independientemente de las características de cada centro.

Lo expuesto parte de las experiencias recabadas, por ejemplo, en Santa Rosalía de Camargo, se inició el ciclo escolar 2021 – 2022 con el centro de educación inicial y preescolar indígena, los cuales comparten el mismo edificio, que por sus dimensiones y características se favorece la modalidad de atención de niñas y niños de dos a tres años, pero además facilita la vinculación con diversas instancias para orientar a los agentes educativos comunitarios. Se atienden a niños y niñas en su mayoría ralámuli, de vez en cuando se brinda la atención a personas del grupo originario Tlapaneco del Estado de Guerrero. La mayor parte de la población son jornaleros agrícolas, tal y como se da evidencia en el siguiente fragmento del portafolio de la práctica reflexiva de una docente:

En total son 15 niños y niñas que viven en una casa que es de pura familia, los padres trabajan en el campo y a veces los niños se quedan solos en sus casas sin el cuidado de un padre de familia, las niñas más grandes son las que cuidan a sus hermanitos por esa misma razón no asisten a la escuela para cuidar a una niña de dos años ya que ella no puede asistir al centro por nuestra modalidad de trabajo, en educación inicial hacemos visitas domiciliarias y en ellas me comentan que hay niños que no quieren ya ir a la escuela por la misma razón ya que los padres prefieren que se estén en casa todos, me tocó ver como algunos de ellos se la pasan en la calle o en las canchas sin el cuidado de nadie. (Portafolio de la práctica reflexiva. Docente Esmeralda Zaragoza, 12 de mayo del 2022).

En Chihuahua capital se cuentan con dos centros, uno establecido en la colonia Tarahumara donde en comodato se tiene un espacio pequeño para recibir a los niños y niñas y sus familias y el otro se encuentra en el Asentamiento Gabriel Tepórame de la colonia Fundadores donde no se cuenta con un espacio físico, por lo que la docente desarrolla trabajo de campo en visitas domiciliarias y espacios públicos aledaños tal y como lo afirma en su compartir de experiencias:

Agendo 2-3 domicilios por día, según la disponibilidad de las madres de familia para lograr atender durante la semana a todos los domicilios, cada semana se van agendando para atención. (Docente Miriam Ceballos. Encuentro inter-zonas de agentes educativos de educación inicial. 07 de julio de 2022)

Actualmente por las necesidades y características, la base pedagógica fundamental recae en el Marco Curricular para la Educación Inicial Indígena y Migrante, publicado por la Dirección General de Educación Indígena, sin dejar de lado otros documentos oficiales de carácter nacional.

Por años el sentir de las docentes de educación inicial indígena en el Estado, daba alusión a la poca y en ocasiones nula atención a sus necesidades sobre todo en el ámbito académico y en su formación inicial y continua.

Derivado de ello, los asesores técnico pedagógicos de las zonas 25 y 34 de educación indígena, con sedes en Chihuahua y Santa Rosalía de Camargo, conjuntan esfuerzos iniciando procesos de autoformación, para poder contribuir y dar respuesta a las necesidades de formación de las docentes. Fruto de estos esfuerzos ha sido el desarrollo de los Consejos Técnicos Escolares exclusivos del nivel de educación inicial indígena y más recientemente el Primer encuentro interzonas de agentes educativos: el acompañamiento sí importa; celebrado de manera virtual el día 07 de julio de 2022 en el cual, las docentes de las zonas en mención, tuvieron la oportunidad de exponer y escuchar experiencias tanto exitosas como no exitosas de la intervención docente en los distintos contextos.

Es de suma importancia recuperar las experiencias de las y los docentes que se encuentran laborando en este nivel educativo, ya que con ello, la práctica docente se reflexiona y se transforma. La observación como elemento de la evaluación del desarrollo y aprendizajes de los infantes de estas edades y los agentes educativos comunitarios, representará un instrumento para la sistematización de la propia práctica, así lo reafirma una docente en su compartir
de experiencias:

Es así pues como mediante la observación nos damos cuenta lo importante de las relaciones y los vínculos y apego entre niñas, niños y madres, padres de familia y/o cuidadores y la manera en la que son atendidas sus necesidades y considerando en todo momento el bienestar integral de las niñas y niños atendidos. (Docente Rosalba Martínez. Encuentro inter-zonas de agentes educativos de educación inicial. 07 de julio de 2022)

En el “primer encuentro inter-zonas de agentes educativos: el acompañamiento sí importa” se brindó un espacio de análisis del Fascículo II del marco curricular para la atención de la educación inicial indígena, recuperando sobre todo, la misión, principios, enfoque y modalidades de atención concluyendo que este documento es, por sus características, su propuesta y vigencia, el más adecuado para la organización de la Educación Inicial Indígena en Chihuahua.

Posteriormente se presentó la propuesta de sistematizar la intervención docente en el portafolio de la práctica reflexiva, visto como un instrumento de evaluación y autoevaluación que lleva como tarea el análisis y la transformación del quehacer educativo.

El diálogo entre los diversos actores que presenciaron este encuentro propició una reflexión profunda de manera horizontal asociando cada uno de los elementos con las características y particularidades de cada centro participante, en este sentido, la presencia de los supervisores escolares fue fundamental ya que han sido un actor importante en el desarrollo de estas actividades, como líderes de una zona escolar han visto la necesidad de otorgar a cada nivel educativo la importancia que cada uno tiene.

Con esta mirada, se comparte la experiencia permitiendo se extienda el panorama para que, desde la estructura educativa de educación indígena en el Estado de Chihuahua, se focalice la atención de manera horizontal hacia este nivel, gestionando, dialogando, acompañando, asesorando y buscando los espacios, recursos y materiales para fortalecer el desarrollo profesional y la formación docente inicial y continua, asegurando además, la pertinencia cultural y lingüística en cada comunidad educativa