Por: Fernando Álvarez Montoya
…’’atrapado, Olaf recibía una andanada de golpes’’. Lo anterior, aconteció a mediados de los 80s en el periodo en que Francisco Barrio fue presidente municipal de Cd. Juárez. Arriba, del puente al ’’ revés’’ Olaf era severamente golpeado por policías municipales capitaneados por el tristemente director de policía ’’ Comandante Mejía’’ que bien sabia disolver manifestaciones a golpes. Yo, desde abajo, madres les aventaba con el fin de que terminara cruel tormento…¡¡¡ déjenlo hijos de su…/&%($#, ¡¡¡ échales madres¡¡¡… Olaf, que también les duele. En la gresca, varios compañeros maestros gaseados y heridos, entre ellos, el ilustre Profr. Díaz Molina que recibió un fuerte golpe en el pie debido a una granada lacrimógena. En esas andábamos dentro de la disidencia magisterial en la búsqueda permanente de, fundamentalmente dos cosas: ¡Democracia Sindical y Aumento Salarial ¡ Banderas de lucha que siempre han sido baluarte de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación CNTE.
Olaf, tuvo la oportunidad de conocer a López Obrador mucho antes de que fuera presidente. Lo conoció en sus primarias luchas en defensa del petróleo y de los recursos naturales de nuestro país. Comprometido con su causa Olaf ayudó a consolidar el partido que fundó López Obrador. Posteriormente, algunas diferencias con dirigentes del partido lo hicieron alejarse del mismo, más no, del proyecto de transformación que resulta de la 4T.
Pragmático, el profe Olaf, le daba valor a las cosas a través de la práctica como criterio máximo de un auténtico revolucionario, Su ideología de izquierda y su filosofía de amar al prójimo lo llevaron hasta Nicaragua a finales de la década de los 70s en apoyo a los grupos radicales que luchaban a través de la guerrilla por la transformación de su país.
Lo de ahora es otra historia. Olaf, fue sin duda un ser humano extraordinario consecuente con el ser y el deber ser.
Creo que Olaf cosechó lo que con tanto ahínco sembró. Su gusto por varias disciplinas del arte musical, literario, poético, dibujo, muralismo y sobre todo ajedrez lo compartió en diferentes espacios de nuestra ciudad, pero sobretodo en escuelas.
Al final Olaf emigra de nuestra ciudad al Paso TX sin dejar del todo familia, amigos y querencias. Su reconocida lucha y su aprecio por el arte fue la herencia que dejo a todos los que tuvimos el honor de conocerle. Constante viajero, Olaf a los 61 años toma inexorable ruta que todos habremos de seguir. Descansa en paz, ilustre amigo.