Por: Profr. José Luis Fernández Madrid
Luego de rasgarse las vestiduras, implorar por la salud mental de los niños y niñas, esgrimir argumentos sesgados y convenencieros, utlizar a menores de edad en sus protestas y manifestaciones y finalmente “tirarse al piso” puesto que el negocio de las escuelas particulares venía a pique, el movimiento #abremiescuela lo logró: logró que se exponga nuevamente a niños, niñas y adolescentes a los temibles riesgos de contraer una enfermedad mortal.
Así como desfilaron por las calles del centro de la ciudad presionando al Gobierno a que escucharan sus demandas, así queremos ver que en sus camionetas de lujo transiten por los polvorientos caminos que conducen a muchas escuelas para llevar los insumos que dijeron entregarían; que en sus vehículos de alta gama trasladen a los alumnos que con síntomas no pueden acudir a los hospitales a hacerse sus pruebas; que en los automotores de última generación acudan a los humildes hogares para llevarles dinero para el pago de sus estudios. Así, así mismo queremos verlos.
Si dicho movimiento fuera genuino, desde el día de hoy, ya estarían planeando sus plantones y reuniones exigiendo que se vacune a todos los menores, organizándose, no importa si en los gyms de alcurnia o en los caros restaurantes mediando el aroma a café de media mañana, para decidir cuántos de ellos acudirán a las escuelas públicas a limpiar y sanitizar los espacios de los alumnos. ¿Lo harán? ¿Lo están haciendo?.
Quisiéramos ver a sus simpatizantes, promotores, dirigentes y representantes, con material y herramientas en mano, reparando los desperfectos en las tuberías, tinacos, baños y bebederos que presentan miles de escuelas para de esa manera mínimamente los estudiantes puedan tener la higiene necesaria para evitar el virus.
¿Seguirá vigente su agrupación? O ¿Sólo era coyuntural pero organizada para el logro de sus intereses económicos y personales? En los próximos días y semanas los sabremos, aunque sinceramente las respuestas pueden inferirse desde ya.
Se les hizo fácil y común denostar al magisterio tachándolos de una y mil barbaridades, ofenderlos con un sin número de adjetivos calumniosos, mandaron a sus seguidores a escribir en redes cientos de insultos en contra del personal educativo solo por el hecho de exigir un retorno a clases presenciales seguro para todos.
No obstante, los maestros, maestras y el personal de apoyo y asistencia a la educación tiene compromiso, vocación y responsabilidad, estará al pie del cañón para seguir brindando la educación de calidad que la niñez y juventud requieren solo que ahora queremos ver a todos los de #AbreMiEscuela sobándose el lomo, codo a codo en las instituciones educativas públicas de todos los niveles para que se percaten de la realidad.