Por: Rosalío Morales Vargas
Cuando regales algo el Día de Reyes
procura que concite la alegría,
pues pululan bolsones de tristeza
llenos de pesimismo y faz marchita,
y si un viento de agobio sopla huraño
ofrece desterrar melancolías.
Si atracan en los muelles naves de odio
impide desembarquen a la insidia,
ya que gestos ceñudos son un fardo
que reprime arrullar la fantasía
y en un mundo de cara avariciosa
no alientes los rencores y la inquina.
Ante la inequidad y el privilegio
regala insurrección contra injusticias,
y en la defensa de la Madre Tierra
intenta nunca ir a la deriva,
haz ofrenda en la lucha por los pobres,
destierra el resquemor y las envidias.
Si atisbas dejadez e indiferencia,
obsequia militancia decidida,
frente al cultivo irracional del ego
las solidaridades colectivas,
los anhelos escapan del olvido
con memoria y confianza bien vividas.
¿Qué puedes tú legar el Día de Reyes
si hay desánimo, inercia y apatía?
Dignidad y entusiasmo combatiente
y esperanza fogosa que se agita,
da mucho amor en cestos rebosantes,
es el valor supremo de la vida.