-El delegado de Programas para el Desarrollo, Juan Carlos Loera entregó 244 tandas a personas que reciben por segunda vez el beneficio
-Este segundo microcrédito es de 10 mil pesos
-El programa ayuda a recuperar la economía de familias que no pueden acceder a otros préstamos
Gracias al Programa de Microcréditos para el Bienestar, mejor conocido entre los mexicanos como Tandas del Bienestar, 244 familias de Ciudad Juárez recibieron, por segunda ocasión, una ayuda económica que contribuirá en la reactivación económica de la frontera y la creación directa e indirecta de empleos.
El delegado de Programas de Desarrollo, Juan Carlos Loera, acudió al Instituto Tecnológico de Ciudad Juárez para hacer la entrega de 244 números de referencia para el cobro de su segundo apoyo en el Programa de Microcréditos para el Bienestar.
Explicó que se apoya a estas personas porque ya demostraron su honestidad e integridad al pagar su primer crédito de 6 mil pesos y ahora tienen el derecho de acceder a la segunda tanda, con un valor de 10 mil pesos.
Este monto es sin intereses, pagaderos en abonos mensuales de mil pesos y con un mes de gracia lo cual se logra debido a que este gobierno confía en las personas, quienes no tienen acceso a los créditos tradicionales.
Dijo que estos microcréditos forman parte de los 30 programas prioritarios para el beneficio de las personas emprendedoras que se encuentran en las zonas rurales, así como urbanas y se buscan que aumenten sus actividades productivas.
Con ello, se fomenta el autoempleo y posteriormente se generan nuevas plazas laborales con lo cual se logra una mejor calidad de vida.
Aseguró que la ayuda no sólo es económica, sino que también se otorga capacitación y asesoría para que el beneficiario tenga conocimientos para el mejor manejo y desarrollo de su negocio. Además, se otorga la orientación adecuada para que pueda acceder al siguiente nivel de apoyo.
La delegada regional de Bienestar, Elizabeth Guzmán Argueta, comentó que “en reconocimiento de haber reembolsado la totalidad de su primera tanda, tienen la posibilidad de acceder a los siguientes niveles de apoyo, con esto reafirmaron el valor de su palabra y pueden seguir siendo beneficiarios».
Pamela del Rocío Herrera Núñez, quien es una de las beneficiarias, dijo que a partir de este programa lograron hacer algo que antes era imposible: montar su negocio de herrería.
Comentó que antes de acceder a este beneficio acudieron a diversas instituciones crediticias, pero el interés que cobran es muy elevado, en cambio con el Programa de Microcréditos para el Bienestar «es más fácil porque es el pago por mes… en otros lados nos cerraron las puertas”.
Dijo que la primera tanda le dio la oportunidad de comprar herramientas y ahora buscarán poner un techo en el taller y comprar más material, pues ha crecido a tal grado que han brindado empleo a más personas.
