– Desde 1993 se desplazan a gran velocidad, para llegar antes que todos a los llamados de emergencia
Chihuahua, Chih.- Al rugir de los potentes motores, debidamente uniformados y listos en formación, es como los 28 elementos, entre ellos dos mujeres, que conforman el grupo de motociclistas de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, se preparan diariamente para dar inicio a sus actividades.
Este grupo fue creado en mayo del año 1993, atendiendo a las necesidades y exigencias de la ciudad en aquel momento, para darle agilidad a los llamados de auxilio y emergencias que implicaban un desplazamiento a gran velocidad y con gran capacidad de respuesta, principalmente en avenidas medulares, zonas comerciales e instituciones bancarias.
La versatilidad que ofrecen estos vehículos para el patrullaje en la mancha urbana permite que los elementos lleguen más rápido a aquellos lugares donde las unidades de cuatro ruedas no pueden o resulta complicado. Además, la potencia con que cuentan sus motores permite realizar persecuciones a altas velocidades y desplazarse por veredas y entre áreas traficadas.
Contrario a las ideas de antaño, cuando se creía que las mujeres no eran capaces de manejar este tipo de vehículos, en la actualidad dos agentes, junto con sus 26 compañeros, son quienes orgullosamente cuidan a los chihuahuenses y gracias a su trabajo hay una disminución de la estadística delincuencial en sus áreas de desplazamiento.
Zonas como el Centro Histórico, principales corredores y centros comerciales, así como instituciones bancarias, han sido el blanco de atención de los policías motociclistas o grupo 300, como solían llamarlo hasta hace poco tiempo, y que actualmente se encuentra a cargo del policía tercero con 14 años de servicio en la corporación, Felipe de Jesus Gutiérrez Carreón.
Aunado a las funciones ordinarias de seguridad preventiva, los elementos de este escuadrón, compuesto en su mayoría por motocicletas tipo Honda, Suzuki y Kawasaki, son asignados a operativos como el Buen Fin y el navideño, así como a la cabeza en cortejos fúnebres, servicio de escoltas o en terrenos y calles estrechas y de difícil acceso.