Por: Profr. Iván Gilberto Limas Padilla
Como ya es de todos sabido, y si no sabían se los cuento: desde hace 5 años, producto de las reformas políticas al magisterio; aquellos quienes tienen el interés por participar en el quehacer sindical deben hacerlo desde una “doble función”, es decir, deben trabajar su plaza normal y en segundo turno su responsabilidad sindical. Ya no existen los “comisionados”. Sólo unas cuantas carteras, como la secretaría general y la de finanzas, se ven obligadas a pedir permiso a su plaza para dedicarse a su encargo, aunque Rosa María Hernández está adscrita a la escuela federal No.6 cobrando su plaza de directora sin devengarla (lo pueden comprobar en la plantilla de dicha escuela). A raíz de esto, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), mes a mes destina a cada una de las secciones del país una partida para gastos de representación y viáticos etiquetados estrictamente para los titulares de cada una de las carteras.
Pues bien, resulta que en la presente gestión que encabeza la “Maestra” Rosa María Hernández, pero que dirige el Prof. Eduardo Zendejas secretario de finanzas, se han encargado de orquestar una política de hostigamiento laboral hacia sus titulares incómodos, entre ellos un servidor, con el propósito de eliminar a quienes tienen ideas opuestas a la de “no hacer nada por defender los intereses de sus representados”. En lo que va de esta eterna gestión, han logrado deshacerse hasta con amenazas serias, como es mi caso, de 14 titulares de diversas carteras. Este par de pseudo líderes llegaron incluso a pedir la renuncia de mis compañeros atreviéndose a decir que eran órdenes del mismo Mtro. Alfonso Cepeda, Secretario General del CEN.
Dicho tema sensible, porque cuando se trata de centavos todo es muy delicado, es que el CEN no ha dejado mes a mes de mandar el recurso para que estos 14 titulares cumplan su irrenunciable responsabilidad estatutaria. Y siendo este recurso etiquetado desde la CDMX para los de “toma de nota”, la pregunta obligada es: ¿Quién está recibiendo ese recurso?
Pues parece entonces que Zendejas y Rosy tienen mucho que explicar. Además de la lluvia de demandas de los maestros sobre la opacidad en el manejo de los recursos de los ahorradores del FOCAPS y otros temas, es muy evidente que, desde la general y finanzas le están tomando el pelo al Nacional. Se trata de un fraude a todas luces. Y pues, ¿cómo no?, ahorrarse el recurso de 14 titulares y no tener que devolverlo al CEN resulta ser un buen negocito a repartir entre dos hampones.
Claro que a estos 14 titulares, excluidos con artimañas, amenazas y mentiras, los han ido supliendo con incondicionales que se conforman con participar de las bacanales que organizan y de los negocios que hacen a expensas de todos los maestros. Son sólo 11 personajes que se hacen pasar por titulares quienes se encargan de operar actualmente y pertenecen a la burbuja del mal que envuelve a la desentendida secretaría general.
¿Quiénes son estos 11 espurios que sirven incondicionalmente a Zendejas, y que no estan en la famosa toma de nota, es decir, no pertenecen al comité?
José Luis Cortez Martínez, Manuel Chávez, Josefa García Ley, Hugo Aguilar Ramírez, Juan Carlos López, Armando Rubio González, Oscar Avitia Arellanes (recién electo diputado), Lucio Ruiz Rocha, Miguel Bojorquez, Juan Escobar Varela y Gema Villalba.
Claro que se podría decir que ese recurso destinado a los titulares fuera necesario para poder operar con los impostores, pero las reglas del CEN no lo permiten. Existe un caso en particular que llama mi atención: El famoso, pero no por bueno, Profe Eduardo “Penky” Rodríguez, a pesar de ser el presidente estatal del fallecido partido turquesa, y por ello obligado a pedir permiso a su responsabilidad sindical, no sólo sigue recibiendo el recurso, sino que tampoco pidió permiso a su plaza laboral para encargarse del partido. Interesante caso para la Secretaría de la Función Pública ¿No creen? Pero ¿todo esto lo sabrá el CEN y el Mtro. Cepeda? No estamos en tiempos del “no pasa nada”. Los sindicatos ante el proceso de democratización que se avecina, ahora se verán más en necesidad de transparentar sus recursos y sobre todo sus acciones que suponen ser en favor de sus agremiados. Por lo pronto en la 8, ni se transparenta nada, ni nada se hace por defender lo que tanto nos costó ganar por casi ocho décadas.
En lo personal, y habiendo dejado de ser maestro, que era mi vocación; y sindicalista, que era mi pasión; viéndome orillado a emigrar del país para mantener a salvo a mi familia ante las amenazas de este par de criminales, por el simple hecho de disentir, me agravia y decepciona lo que pasa en lo que era mi sindicato y con orgullo decía: “La Combativa 8”.
Es tiempo de ponernos a reflexionar qué queremos de nuestro sindicato.
Les saluda con nostalgia y con el cariño y el respeto de siempre…
Profr. Iván Gilberto Limas Padilla
P.D. Anexo copia de la toma de nota del Tribunal de Conciliación y Arbitraje, que permite veirifar mi dicho y denuncia pública.