In memoriam. Martha de los Ríos (Tercera parte)

Por: Profr. Fernando Álvarez Montoya

Tarde era, oscurecía e inquietos indagábamos sobre la ausencia de once compañeros, no llegaban. Sabíamos de su participación en una reunión en la recién fundada colonia Independencia. Reunión que posteriormente se convirtió en gresca. Ellos y ellas (Martha no se encontraba entre las compas mujeres) fueron detenidos, vejados y trasladados a golpes a la cárcel del municipio. En este hecho fueron trasladados en una combi verde propiedad del (fronterizo) .Presurosos nos organizamos y nos dimos cita para el día posterior en las instalaciones del Tecnológico de ciudad Juárez. Prestos, en la mañana desde la plancha exterior del plantel exigíamos a las autoridades del municipio la presencia y devolución  inmediata de los once compañeros secuestrados. Nada, no había repuesta, sólo la presencia hostil de la policía municipal y mulones. Previo a esta solicitud, habíamos secuestrado decenas de vehículos particulares; paradójico, entre ellos se encontraba la combi en la que habían sido trasladados a la cárcel nuestros compañeros. Una enorme pipa de gas también se encontraba entre los vehículos retenidos. Sabíamos que la confrontación iba a ser eminente.  Para ello, nos preparamos con decenas de bombas molotov en la parte de la azotea del edificio del Tecnológico. Personal docente y administrativo del plantel nos suplicaba entre miedo, sollozos y llanto que desistiéramos de cualquier acción violenta que les dañara. Nada, decididos estábamos. En el plantel educativo se encontraba el secretario del municipio (bien recuerdo su nombre y por respeto a su lucha actual no lo comparto)  Él fue, el primero en sufrir los embates de nuestro coraje, Julieta  compañera de tez blanca, robusta y alta  se encargó del físico del atribulado mentor: lo golpeo  su existencia, rodo por los suelos junto a cartera y monedas. Lo mismo le pasó al vehículo de su propiedad.  Lo volteamos llantas pa’ arriba. Lo segundo, media hora dimos como plazo para que nuestros compañeros fueran devueltos, de no ser así empezaríamos con la quema de carros.