El virus SARS-COV-2, que produce la enfermedad de COVID-19, es capaz de infectar a toda la población, desde niños pequeños hasta adultos mayores. Si bien la mayor proporción de pacientes afectados son adultos mayores, y más a los que tienen enfermedades como hiipertensión arterial, diabetes mellitus, obesidad, u otros padecimientos crónicos, siendo estos lo que presentan la mayor tasa de mortalidad y complicaciones asociadas.
“Hoy sabemos que la población infantil también está en riesgo de infección y recientemente se reporta un aumento en la tasa de incidencia y complicaciones en niños debido a esta enfermedad”, manifestó el Dr. Víctor Manuel Carrillo Rodríguez, Médico Neumólogo Pediatra de la Facultad de Medicina y Ciencias Biomédicas de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
Debido a las características propias de la edad, los niños presentan una forma de enfermedad de menor intensidad que los adultos, con manifestaciones clínicas desde asintomáticos o cuadro gripal leve en su mayoría, donde los cuadros graves representan una pequeña proporción de los casos.
Recientemente se han descrito nuevas cepas o variantes del SARS-COV-2, como la B.1.1.7 que es de 50-70% más contagiosa y afecta en mayor proporción a niños y adolescentes. Esto explica el aumento en la incidencia de infección por SARS-COV-2 y sus complicaciones en la población infantil en el mundo.
El uso de cubrebocas continúa siendo la principal medida de prevención que se debe de aplicar a todos los niños mayores de 6 años. El distanciamiento social es la segunda medida de prevención en importancia en la población infantil, la cual ha disminuido drásticamente la tasa de infecciones respiratorias en niños, y no sólo por COVID-19, sino también por otros gérmenes reportándose una disminución importante de hospitalizaciones por Bronquiolitis, Neumonía y Laringotraqueitis en niños durante el año 2020.
Otras medidas de prevención son el lavado de manos frecuente, uso de gel antibacterial, adecuada hidratación y alimentación saludable, y en ciertos estudios se sugieren los suplementos con Vitamina C y D.
Es importante señalar que los niños menores de 6 años no necesariamente deben usar cubrebocas, sobre todo en los más pequeños, debido a que es difícil aplicar esta medida constantemente en ellos. Si los adultos y niños mayores realizan adecuada mente las medidas de prevención y el menor está en distanciamiento social no es necesario que ellos usen cubrebocas.
En este contingencia se debe tomar en cuenta los padecimientos psicológicos que que pueden atravesar los niños, donde los médicos observamos cada vez más trastornos de: ansiedad, depresión, alteraciones en el sueño, obesidad, entre otros.
Esto principalmente asociado al confinamiento en domicilio por lo que se recomienda realizar ciertas actividades en casa para disminuir el impacto de estas medidas de confinamiento en la salud mental de los niños, entre las cuales son:
– Mantener un horario de sueño regular.
– Realizar actividad física.
– Mantener una buena alimentación e hidratación.
– Favorecer una buena ventilación de las habitaciones.
– Disminuir el tiempo de uso de dispositivos electrónicos.
– Que los padres estén más atentos en los cambios conductuales de sus hijos.
– Solicitar asesoría por personal capacitado en caso de este tipo de problemas.
Así también, el doctor Carrillo Rodríguez recomienda que ante cualquier malestar,
llamar inmediatamente al médico y explicar los síntomas que presente antes de acudir a un centro de salud u hospital.