Resurrección

Por: Rosalío Morales Vargas

Desplegaron sus alas las tinieblas
nimbadas por aureolas de desgracia,
eran sombras oscuras como el ébano
que al sueño de la noche sobresalta;
pero el desasosiego se termina,
pues nada es permanente, todo cambia.

Al giro de la tierra vagabunda
el sol vuelve a brillar cada mañana,
diluye las siluetas que impedían
que en tenues luces estallara el alba;
la lucha nuevos ánimos recrea
y se revitaliza la esperanza.

Que no regrese la ignominia hirsuta
de tiendas esperpénticas de raya
y si la explotación se enseñorea
el pueblo le dará nueva batalla;
no habrá muro ni dique que contenga
su libertaria acción valiente y sabia.

Con patriarcado y coloniajes ruines
no advendrá sociedad emancipada,
vamos contra violencias y pobreza
palpita la igualdad en lontananza;
no a la depredación y los despojos
una revolución es necesaria.

Es pesada la roca del oprobio,
oprime cual cadena desalmada,
por más que quiera el oro enajenarnos,
la dignidad también tiene constancia;
retorna y fertiliza cada instante,
en pundonor osado se derrama.

Si el odio inunda muchos corazones,
si la envidia y la inquina te atenazan,
el amor es antídoto de males
aun manifestado a la distancia;
siempre hay resurrección de sentimientos,
fecundan en personas que se aman.

Si alguna vez se extinguen las estrellas
y el universo todo se colapsa,
habrá de renacer sin duda alguna
el agua cristalina en las montañas,
el armónico trino de las aves,
los hálitos de vida en alboradas.