Juárez, Chih.- En entrevista telefónica, el profesor Mucio de León, uno de los maestros sobreviviente de la lucha que permitió la creación de Pensiones Civiles del Estado el 23 enero de 1957, lamentó la situación en la que se encuentra en la actualidad la institución. Recordó que desde su implementación en 1966 y por décadas el de PCE fue el mejor servicio médico de toda la República, mientras que ahora denunció que, debido al mal manejo financiero de la pasada y la actual administraciones estatales, la han condenado a prácticamente ser un “esqueleto” andante y moribundo. El maestro fundador afirmó que son varias las causas de este deterioro, citando entre ellas –bajo su particular punto de vista- la afiliación de esposos y padres al servicio médico y la compra de medicamentos con sobreprecio.
Recordando todo lo que tuvieron que luchar en las calles y lo que costó que el 23 de enero de 1957 se creara Pensiones Civiles del Estado –en un inicio para que el “profesor retirado contara con un apoyo económico para sobrevivir sus últimos días”- el profesor Mucio de León manifestó que en la actualidad PCE “se encuentra en muy malas condiciones, ha sido víctima de la irresponsabilidad de los que manejan el dinero, en este caso Hacienda o la Tesorería, como le llamábamos antes, y de la inactividad de la Sección 42 que se ha enterado del estado avanzado de deterioro de la situación jurídica y servicio de Pensiones.
Para el profesor Mucio, varias son las causas que han llevado a PCE a su estado actual y, entre ellas, en su apreciación personal no duda en señalar la incorporación o afiliación al servicio médico de esposos y padres que no contribuyeron durante su vida laboral al sostenimiento de la institución.
En este sentido, se refirió a la decisión del gobernador de incorporar a 60 viudos y padres de policías judiciales, “sin haber contribuido con nada”.
Pero no es un tema de gremio, ya que también se mostró contrario a la disposición federal de la Suprema Corte de Justicia de la Nación estipulando que los maridos de las profesoras merecen el servicio médico. El profesor Mucio afirmó a este respecto no estar de acuerdo con que “metan a personas que no trabajan y son sostenidos por las maestras y no han contribuido a Pensiones”.
De igual modo, entre las causas de la crisis financiera citó el “manejo turbio” en la comprar de medicamentos. A este respecto puso el ejemplo de un medicamento que sale de la ventanilla de la farmacia de Pensiones Civiles con un precio de 747 pesos y que en “la esquina siguiente a mano derecha, en Farmacias Similares venden por 44 pesos, el mismo producto, el mismo laboratorio, la misma química, la misma presentación”.
“El manejo mañoso en la compra de medicamentos es un botín tremendo, que va mermando la capacidad económica para sostener las pensiones habituales y gastos administrativos”, agregó Mucio de León.
Lamentó que “Pensiones ya es un esqueleto, que se sostiene con grandes limitaciones. Ya no es el gran servicio 26 de febrero de 1966, cuando era una de las mejores instituciones de la República”, situación que afirmó que prevaleció hasta los años 80 e incluso hasta finales del siglo pasado, situando en la administración estatal de César Duarte Jáquez el inicio del derrumbe.
Sobre los movimientos y acciones emprendidas entre ciertos sectores del magisterio estatal para exigir a las autoridades señaló que “está muy bien, está cobrando fuerza, según me han informado ellos tienen representaciones organizadas en los principales municipios. Pero aún no está organizada en forma completa para que sea un organismo sólido con el reclamo de que se restablezca la atención correcta.
De igual modo, Mucio de León consideró que los maestros “que han entrado al magisterio de 20 años para acá no están solidarizados con la situación”, apuntando que para ellos “lo mismo les da Chana que Juana” debido a que desconocen lo que se luchó y lo que costó desde tiempos del ex gobernador Teófilo Borunda.
Recordó como él y otros maestros y maestras iniciaron aquel movimiento de lucha y reclamo, cuando él apenas llevaba tres años en servicio, en un tiempo en el que resultaba común ver deambular por las calles a maestros enflaquecidos, harapientos, con hambre,… después de 30 años de servicio y sin una pensión o ingreso para sobrevivir. Hechos ante los que dieron el paso de iniciar un fuerte reclamo para “derrumbar ese estado de cosas, exigir al Gobierno que pusiera Pensiones Civiles para que el profesor retirado tuviera un apoyo económico para sobrevivir sus últimos días”.
