Opinión por: Mtra. Erika Gabriela González Gaytán
«¿Quién otorgó el voto a la mujer en México?» versa el título de una publicación en Internet, al igual que muchos otros post que he leído hoy celebrando este gran logro para la vida democrática de nuestro país.
Sin embargo me parece muy pertinente reiterar que los derechos NO SE OTORGAN, los derechos no son un obsequio que se pueda dar, en función de la perspectiva meritoria, de quien aparentemente es el poseedor de los mismos, sea el estado, algún organismo internacional o el género masculino.
No, esa idea tan arraigada, de la cual nos hemos apropiado sin cuestionar debe ser erradicada, el discurso debe cambiar en éste y cualquier otro tema que involucre el reconocimiento de los derechos humanos, no importa si se es hombre o mujer.
Los derechos son propios desde siempre, desde ayer, hoy y lo seguirán siendo mañana; los derechos se luchan, se reclaman, se conquistan.
El derecho de la mujer al voto, por lo tanto no se concedió, no se otorgó por Ruiz Cortinez aquel 17 de octubre del ’53; el derecho al voto fue conquistado por grandes mujeres revolucionarias representadas entre muchas otras por la Maestra Hermila Galindo y posteriormente reconocido constitucionalmente para su correcto ejercicio en las dinámicas políticas de México.
No debe por lo tanto olvidarse jamás la lucha (previa incluso a 1916), de las mujeres y los hombres con alto sentido de corresponsabilidad social, que dejaron como otros tantos un ejemplo y legado fundamental, en la lucha por la igualdad ante la ley entre los seres humanos sin distingo de género.
Opinión por: Mtra. Erika Gabriela González Gaytán
Fuente de imagen: www.heroinas.net