Por: Profr. Fernando Álvarez Montoya
Existe una diversidad de opiniones respecto al uso del género en nuestra habla cotidiana. Lo que es cierto, el avance de la tecnología y el uso masivo del internet (redes sociales) está cambiando vertiginosamente la fisonomía del lenguaje.
El ahondamiento entre la brecha generacional se agudiza entre aquellos que, pretendemos conservar el uso correcto de “nuestra” lengua nativa y por aquellos que prestos están a aceptar, innovar, transformar en forma radical la lengua heredada por los invasores (depredadores) españoles.
De momento existe un fuerte impulso de lucha social por establecer reglas claras que garanticen la equidad de género (sexo). El impacto de este es notorio porque transforma la de manera notable la gramática española.
Analicemos lo siguiente y al final de la lectura nos posicionaremos según nuestra edad y nuestra cultura. Veamos:
Género no es igual a sexo. El género es una propiedad gramatical de los nombres y de los pronombres que tiene carácter inherente y produce efectos en la concordancia con los determinantes, los adjetivos… y que no siempre está relacionado con el sexo biológico. Las personas no tenemos género, tenemos sexo. De ahí, que la expresión “violencia de género” sea incorrecta porque la violencia la cometen las personas, no las palabras. En nuestra lengua se debe decir violencia sexual o violencia doméstica, como nos indica la Real Academia Española.
El ente es el ser o estar (to be en lengua inglesa): el que hace, el que ejecuta. No se permiten las alternancias. Se dice presidente no presidenta, se dice docente, no docenta.
Se admiten las alternancias “Ella es el miembro (o la miembro) más notable del equipo”. Pero “miembra” no se recomienda.
Reiteraciones innecesarias. Tampoco se acepta la utilización redundante del masculino y del femenino: “La mayor parte de los ciudadanos y de las ciudadanas” es un circunloquio innecesario. “El criterio básico de cualquier lengua es economía y simplificación. Obtener la máxima comunicación con el menor esfuerzo posible, no diciendo con cuatro palabras lo que puede resumirse en dos”.
“La osadía de la ignorancia.” Una comisión del parlamento andaluz se dirigió a la Real Academia Española solicitando un informe sobre la corrección de los desdoblamientos tipo “diputados y diputadas, padres y madres, niños y niñas”, etcétera. La RAE respondió puntualizando que tales piruetas lingüísticas son innecesarias. El empleo de circunloquios y sustituciones inadecuadas: “diputados y diputadas electos y electas” en vez de diputados electos, o llevaré “los niños y las niñas” al colegio en vez de llevaré los niños al colegio resulta empobrecedor, artificioso y ridículo.
“El ministerio de la desigualdad.” Junto al machismo, que subordina todo al ser macho, han creado el hembrismo, y han olvidado lo central, el ser humano en sus dos vertientes. El mundo se reduce a sexo: ese es el lema de esta moderna herejía. Ahora comprenderán su reflejo lingüístico. Primero confunden género y sexo: una silla es femenino pero no hembra, un sillón es masculino pero no macho…El género común es útil, evita pérdidas de tiempo, sintetiza abarcando ambos géneros y ambos sexos: la expresión anterior es incorrecta, se dice: de uno y otro sexo, no existen humanos de ambos sexos.
Es más económico decir, cuando traducimos el Evangelio, dejad que los niños se acerquen a mí que decir “los niños y las niñas”. Decir, incluso, con Quintiliano, al niño se le debe máxima reverencia, evidentemente a niños y niñas.
“Estúpidamente incorrecto.” Me refiero a la estúpida incorrección lingüística de “para todos y todas”, “los compañeros y las compañeras”, “los vascos y las vascas” matraca políticamente correcta, al decir de sus usuarios.
“La gramática y la necesidad de su estudio” Sustituir los funcionarios por “los funcionarios y las funcionarias”, es tonto e inútil, destroza la economía del lenguaje. Es grotesco.
Para evitar las engorrosas repeticiones a que da lugar la reciente e innecesaria costumbre de hacer siempre explícita la alusión a los dos sexos (los niños y las niñas, los ciudadanos y ciudadanas, etc.) ha comenzado a usarse diferentes formas y símbolos como recurso gráfico para integrar en una sola palabra las formas masculina y femenina del sustantivo.
La inclusión grafica sintetiza la fusión en la palabra del uno y el otro sexo y la amplia diversidad de preferencia sexual que se da en el ser humano. …¿Cuál es que tu (Ud.) utiliza?
1.- niño. Es el que recomienda la Real Academia Española RAE ( )
2.- niño. (a) (os) (as), Se especifica ( )
3.- niño (ninx) (ninxs). (x) equis 24 letra del abecedario̵ ( )
(X) signo de multiplicar (por, veces).
4.- @ arroba. Unidad de peso antigua que equivale a 11.503 K. ( )
@ Simbolo muy conocido por los usuarios de informática,
5.- e. Vocal, quinta letra del abecedario. Sustituye el masculino ( )
Y femenino. Representa la amplia diversidad sexual.
TEXTO Tomado, ampliado, reeditado y modificado: “Nueva Gramática de la lengua Española”
Arturo Pérez-Reverte y Gregorio Salvador De la Real Academia Española
Francisco Rodríguez Adrados y Francisco Rodríguez Adrados De las Reales Academias Española y de la Historia