Por: Rosalío Morales Vargas
A los 43 de Ayotzinapa:
A l@miles de desaparecid@s:
Traspasa cualquier límite el horror,
penetra en la agrietada piel social,
deambula en los confines del mutismo.
Se cuela como viento insomne en las rendijas
de la memoria de dolor ahita,
quebranta voluntades vacilantes,
inunda ojos
con encendidas lágrimas de angustia e impotencia.
Sollozos del silencio,
agónicos ocasos,
interminables noches,
abotagados días a la intemperie
del alma desolada en pesadumbre.
La atmósfera de miedo en avalancha incontrolable.
Sin embargo no todo es dejadez,
el letargo sacude su modorra,
en ventana de nubes busca luces
que disipe la niebla de sus ojos.
Presagio de infortunio es la amnesia colectiva,
pero nosotr@s no olvidamos,
cruzamos mares sórdidos e ignotos
en barcas de optimismo y dignidad.
Aluviones de flores en renuevo
avanzan con mirada hacia el futuro,
resueltos a encontrarlos y arribar por fin,
al anhelado puerto
de la verdad y la justicia