Practicar la espiritualidad ayuda en tiempos de COVID-19: expertas

  • A través del programa SaludableMente promueven esta experiencia como forma de crecimiento y desarrollo

Chihuahua, Chih.- “La espiritualidad no es solo un tema de religión, es un proceso para poder despegarse del cuerpo físico, con la responsabilidad de responder libremente a la vida como una forma de crecimiento y desarrollo para poder lograr un sentido, un significado, un camino con el entorno entre personas y animales”, señaló Julieta Gómez Torres, responsable estatal de Salud Mental en el Segundo Nivel de Atención.

Al abordar el tema “Espiritualidad en tiempos del COVID-19” en el programa SaludableMente que se transmite de lunes a viernes por las redes sociodigitales de Gobierno del Estado, precisó que la espiritualidad y la religiosidad son dos cosas distintas, porque la religiosidad puede llevar a la espiritualidad, pero en la espiritualidad no hay necesidad de creer en un ser superior.

A su vez, Esther Lombardo, psicoterapeuta corporal y docente en Desarrollo Humano, señaló que la espiritualidad no es un sentimiento, no es una idea, es una sensación que se percibe en el cuerpo y consta de dos elementos, en una actividad corporal y en una percepción mental.

“La percepción tiene que ver con el arraigo, sentar raíces en el aquí y en el ahora empoderado, pero lo vemos al tener los pies en la tierra. Muchos de nosotros no sabemos poner los pies en la tierra y no pisamos correctamente por evadirnos del presente, cuando debemos de tener un contacto más firme con la tierra, con la naturaleza y recibir la energía, esto es parte de la espiritualidad” explicó.

Otro de los arraigos son los emocionales, por lo que no se deben arrastrar este tipo de sentimientos del pasado, porque se está viviendo en el presente para tener una mejor salud física y salud mental.

De igual manera, Daena Rosales Irigoyen, responsable estatal de Salud Mental en atención de primer nivel, indicó que no se necesita un recinto sagrado para vivir la espiritualidad, que se realiza a través del cuerpo, con nuestro entorno, con la naturaleza, aunque no se tengan todas las respuestas.

“Ser espiritual es tratarnos con amor, ser compasivos con nosotros, poder acercarnos al espejo y reconocernos, ¿quiénes somos? ¿dónde estamos?, ¿cómo nos sentimos y ¿cómo sentimos a los demás?, tener esperanza y que los problemas son transitorios para hacer crecer nuestra espiritualidad, con la esperanza de ser mejores en el mañana”, apuntó.