Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador consideró inconveniente e incorrecta la propuesta del dirigente nacional de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, para otorgar facultades al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) a fin de que pueda medir la riqueza, porque la obligación de reportar el patrimonio personal sólo corresponde a los funcionarios públicos.
Durante su conferencia de prensa, López Obrador consideró que «para que no haya tanta desigualdad, lo mejor es que el gobierno ayude a que la mayoría de los mexicanos vaya escalando poco a poco, ascendiendo en la escala social y que no se profundice la desigualdad”.
Sin embargo, el mandatario aseveró que tampoco es conveniente la ostentación. «Que no haya derroche, ostentación, que se le baje al consumismo, las extravagancias, se disminuya la frivolidad. Que México sea un ejemplo de austeridad, de sobriedad, fraternidad, no de consumo de artículos de lujo, extravagantes”.
Estimó que esto es un proceso que se tiene que dar paulatinamente, porque incluso hay mucha gente que tiene mucho dinero y sin embargo es austera. «Como decía (Salvador) Diaz Mirón, nadie tiene derecho a lo superfluo, mientras haya personas que carezcan de lo indispensable».
Más adelante al retomar el ensayo que difundió el fin de semana, aseguró que México es uno de los países donde se adquieren mayores cantidades de bienes de lujo en el mundo, «de los más extravagantes. No se puede imponer nada. Pero bueno que valgamos por nuestra integridad, principios. No por el lujo barato».
Explicó que el ensayo se basa en lo que ya se está aplicando en México, alejado de las recetas e intereses de las grandes corporaciones financieras internacionales. Ya no es posible seguir buscando el crecimiento a costa de lo que sea, sin cuidado del medio ambiente, sin justicia social y pugnando solo por incrementar el Producto Interno Bruto
porque ese será el parámetro para medir el desarrollo y bienestar en México y el mundo.
«No se puede seguir evaluando, midiendo solo el crecimiento a secas, porque eso significa que se está creando riqueza, pero no se mide la distribución de esa riqueza». Hay que agregarle a la medición la democracia, el bienestar social. Reiteró que durante el sexenio de Carlos Salinas fue cuando más crecimiento del PIB hubo, el 4 por ciento, pero también cuando hubo más desigualdad, crecieron más los multimillonarios y se entregaron los bienes públicos.
López Obrador añadió que hay expertos que hablan de que no hay proyecto alternativo, pero se pugna por las mismas recetas a partir de intereses económicos y financieras. «Teníamos 30 años sin un plan de desarrollo propio. Apegado con la idiosincrasia de México, era aplicar recetas impuestas. Y que les estamos respondiendo con este texto, sí hay de otra».
Fuente: La Jornada.
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