- El uso asertivo del internet y sus plataformas permite superar el distanciamiento físico y reforzar el emocional, al estar, escuchar y acompañar, señaló el responsable de Derechos Humanos del Ichisam, Andrés Gaeta, en la emisión del programa Saludable Mente
Chihuahua.- La solidaridad a distancia implica ser un acompañamiento para otras personas por medio de las nuevas tecnologías, al preferir una comunicación asertiva y formar vínculos de amor, compartió el responsable de Derechos Humanos del Instituto Chihuahuense de la Salud Mental (Ichisam), Andrés Gaeta, en la emisión del programa Saludable Mente.
El funcionó expuso que el distanciamiento social que enfrenta la población, como estrategia sanitaria para contener la pandemia por COVID-19, puede utilizarse para practicar la empatía como factor clave para el bienestar personal y grupal.
“Cuando hablamos acerca de solidaridad, hablamos del amor, del rostro social del amor, pero un gesto previo es la empatía, el ponerte en los zapatos de las otras personas”, comentó.
Explicó que identificar cuáles son las necesidades de las y los otros permite ejercer la solidaridad al permitirnos acompañar, apoyar, guiar y compartir con quienes integran nuestro sistema familiar, como en la colonia y comunidad.
Para ponerla en práctica sugirió donar y compartir con quienes menos poseen y han tenido menos oportunidades: Me cuido yo, te cuido a ti.
“Sin embargo, también hay que recordar que se trata de alzar la voz, de defender y de estar. Muchas veces nos preocupamos por qué dar y qué decir, pero al ser empáticos podemos estar, podemos escuchar, y podemos preguntar qué se necesita”, observó.
Mencionó que hacer equipo y fortalecer los ya existentes son nuevas estrategias que cobran relevancia en momentos donde la emergencia sanitaria por el coronavirus 2, obliga a hacer reajustes de muchísimas actividades.
“La equidad es un concepto central que nos permite identificar qué es lo que le corresponde y toca a cada quien para equilibrar la balanza, reconocer las capacidades y ser clave para hacer redes sociales”, manifestó.
Gaeta advirtió que conforme practiquemos estas actitudes, nos daremos cuenta de que “el distanciamiento físico no necesariamente va a implicar un distanciamiento afectivo”.
“Desde la solidaridad –añadió- podemos estar muy cercanas y cercanos compartiendo nuestras emociones y pensamientos, equilibrando la balanza para que entre todas podamos tener en la medida de lo posible, acceso a todos estos recursos básicos”.
Una técnica para que madres y padres de familia enseñen a sus hijas e hijos el valor de la solidaridad, es mantener un diálogo abierto sobre nuestras redes sociales, de vecinas, vecinos, compañeras y compañeros que hace tiempo no vemos: “Estos diálogos se puede mantener con el distanciamiento por medio de internet, al enlazarnos para preguntar, acompañarnos”, apuntó.
¿Cómo somos una sociedad corresponsable?
- Con soluciones creativas a los problemas.
- Con el trabajo conjunto.
- Cuando tenemos un diálogo claro y directo.
- Con el respeto mutuo.
- Cuando tenemos justicia y solidaridad.