Por: Rosalío Morales Vargas
¿ Y después del cataclismo
qué otro mundo nos espera,
qué vientos nos soplarán
sobre la faz de la tierra?
¿ Será un mundo de armonía
o de conflictos y guerras,
de igualdad y de concordia
o un aumento de las penas?
¿ De personas destructivas
y dinámica perversa,
o será una sociedad
de hombres y mujeres nuevas?
No sabemos el futuro,
no tenemos la respuesta,
pero habremos de luchar
porque cesen las violencias.
Se termine el egoismo,
se reparta la riqueza,
en camino a la utopía
de humanidad verdadera.
Estamos llegando al límite
entre avaricia y tragedia,
la batalla es por la vida
aunque enfrentemos problemas.
Pongamos alto entre tod@s
con pasión y con vehemencia
a los proyectos de muerte
que esclavizan y encadenan.
Ni los dueños del poder,
de la usura y de la renta
podrán detener la ola
con formato de revuelta
que combate por doquier
su acumulación abyecta.
A terminar opresiones
de ferocidad extrema,
aprendemos a soñar
en medio de la tormenta.