En atención a medios, Santiago de la Peña expresó que en Chihuahua —al igual que en gran parte del país— existe una profunda preocupación por la escasez de agua y la falta de apertura para autorizar la perforación de pozos.
Señaló que los estados golpeados por la sequía enfrentan una situación crítica y que las regulaciones actuales no responden a la urgencia de asegurar el vital líquido para las comunidades y el sector productivo.
El funcionario destacó que, al impulsar una nueva Ley General de Aguas, se debe tomar en cuenta la realidad diversa que viven regiones como Chihuahua, Sonora y Tabasco, donde los retos hídricos son distintos y requieren soluciones adaptadas. Criticó que muchas de las opiniones que guían la discusión surjan desde un enfoque centralista “desde el escritorio”, sin considerar la verdadera situación en el territorio.
Santiago de la Peña subrayó que la voz de los campesinos ha intentado hacerse escuchar ante el Gobierno de la República, pues ellos experimentan de primera mano las consecuencias de la falta de agua. Afirmó que es indispensable que la federación sea sensible y reconozca que esta legislación debe ser para todos, no solo para quienes deciden desde lejos.
Finalmente, hizo un llamado a los diputados federales para que actúen como portavoces reales de los ciudadanos y no aprueben una ley desconectada de las necesidades del campo. Enfatizó que el futuro de miles de familias y de la producción agrícola depende de decisiones responsables y alineadas con la realidad del país.